domingo, 28 de agosto de 2022

Buenos Aires, Argentina, 16 de noviembre de 1945

-Déjeme, doctor que le exponga el caso de mi tío, aquél que llaman el petiso orejudo, y después me diga usted si yo puedo llegar a ser como él.

Sin decir palabra, el doctor cogió los documentos que le entregaba el joven y empezó a leer.


Cayetano Santos Godino, nacido en Buenos Aires el 31 de octubre de 1896 y muerto en el penal de Ushuaia el 15 de noviembre de 1944. Onceavo hijo de Fiore y Lucía Godino, inmigrantes italianos analfabetos. Padre alcohólico y sifilítico que maltrataba a Cayetano. Éste también era maltratado por sus hermanos mayores, uno de ellos mi padre, y objeto de burlas por sus compañeros de colegio por sus grandes orejas. Fue expulsado de estos centros de educación por rebeldía y desinterés académico. Se crió en la calle.


Crímenes


Año 1904. 

Víctima: Miguel Depaola, de 1 año y 9 meses. 

Suceso: Lo lleva a fuerza de engaños (prometiendo caramelos) hasta un baldío y allí lo golpea para luego arrojarlo sobre un montón de espinas. Descubierto por un policía que pasaba por el lugar. Detenido y entregado a sus padres.


Año 1905. 

Víctima: Ana Neri, de 1 año y 6 meses.

Suceso: La golpea con una piedra en la cabeza. Descubierto por un policía que pasaba por el lugar. Detenido y entregado a sus padres.


Año 1906.

Víctima: María Rosa Face de 3 años.

Suceso: Primer asesinato. Solamente sería descubierto años después cuando él mismo lo confesó ante la policía. La llevó hasta un terreno baldío sobre la calle Río de Janeiro, donde intentó estrangularla. Después la enterró viva en una zanja, que cubrió con latas. Al conocer este crimen, la policía se trasladó hasta el lugar pero encontraron que se había edificado una casa de dos pisos. La niña nunca fue encontrada. No fue condenado por este crimen.


Mi abuelo lo denuncia a la policía. Acta de la denuncia: 

"En la Ciudad de Buenos Aires, a los 5 días del mes de abril del año 1906, compareció una persona ante el infrascripto Comisario de Investigaciones, el que previo juramento que en legal forma prestó, al solo efecto de justificar su identidad personal, dijo llamarse Fiore Godino, ser italiano, de 42 años de edad, con 18 de residencia en el país, casado, farolero y domiciliado en la calle 24 de Noviembre 623. Enseguida expresó: que tenía un hijo llamado Cayetano, argentino, de 9 años y 5 meses, el cual es absolutamente rebelde a la represión paternal, resultando que molesta a todos los vecinos, arrojándoles cascotes o injuriándolos; que deseando corregirlo en alguna forma, recurre a esta Policía para que lo recluya donde crea oportuno y para el tiempo que quiera." Se le recluso 2 meses.


Año 1908

Víctima: Severino González Caló, de dos años.

Suceso: Lo sumerge en un bebedero para caballos que después cubre con una tabla. El dueño del lugar lo descubre y libera al chico. Al ser interrogado acusa de ser responsable del hecho a una mujer vestida de negro. Es detenido y liberado al día siguiente.


Víctima: Julio Botte, de 1 año y diez meses.

Suceso: Quema con un cigarrillo los párpados del niño. Cuando lo ve la madre del chico, huye.


Recluido en reformatorio 3 años. 


Año 1912

Su liberación se da, al parecer, a petición de sus padres, con quienes regresa a vivir. Se le consigue trabajo en una fábrica, pero solamente es capaz de mantener el puesto durante tres meses. Lo despiden acusándolo de matar a una yegua a puñaladas. Pocos días después incendia de una bodega.


Víctima: Arturo Laurora, de 13 años 

Suceso: es encontrado en una casa puesta en alquiler en la calle Pavón. El cuerpo es descubierto, golpeado y semidesnudo, con un trozo de cordel atado alrededor del cuello. Posteriormente Godino confesaría la autoría de este crimen.


Víctima: Reyna Bonita Vaínicoff, de 5 años.

Suceso: Prendió fuego a las ropas de la niña. La pequeña falleció tras 16 días de agonía en el Hospital de Niños. Para maximizar la tragedia, el abuelo muere atropellado al intentar cruzar desesperado la avenida para auxiliarla.


En los meses siguientes, Godino causa dos incendios más que son controlados fácilmente por los bomberos sin que se produzcan víctimas.


Víctima: Roberto Russo, de 2 años.

Suceso: Godino convence con engaños al niño para que lo acompañe a un almacén donde presuntamente le compraría unos caramelos. Lo lleva hasta un alfalfar en donde le ata los pies y procede a ahorcarlo con un trozo de la cuerda que usa para atarse los pantalones. Es descubierto por un peón del alfalfar, quien los entrega a las autoridades. Cayetano Godino declara que había encontrado atado al niño y lo estaba rescatando cuando fueron descubiertos. Es liberado por falta de mérito.


Víctima: Carmen Ghittone, de 3 años.

Suceso: En un baldío situado en las calles Deán Funes y Chiclana, intenta golpear a la niña. Un vigilante hace acto de presencia y Godino consigue escapar.


Víctima: Catalina Naulener, de 5 años.

Suceso: Se lleva de la esquina de Muñiz y San Juan a la niña. Busca un baldío por la calle Directorio, pero antes de encontrarlo la menor se resiste a seguir. Godino se descontrola y la golpea. El dueño de la casa ubicada en San Juan 78 interviene y Godino logra huir de nuevo.


Víctima: Gesualdo Giordano, de 3 años.

Suceso: La víctima sale de su casa para jugar con sus amigos. Godino encuentra en la calle Progreso al grupo de chicos jugando. Se les suma sin despertar ninguna sospecha. Poco después consigue convencer a Gesualdo para que lo acompañe a comprar unos caramelos. Un rato antes y sin éxito, invitó a Marta Pelossi, de 2 años de edad, pero la menor, asustada, se refugió en su domicilio. Así pues, víctima y homicida se encaminan sin apuro hacia el almacén ubicado en Progreso 2599 en donde compran dos centavos de caramelos de chocolate. Godino le promete dárselos si acepta acompañarlo hasta una quinta alejada. Una vez en la entrada, el chico llora y se resiste a entrar. Godino lo agarra con violencia de los brazos, lo introduce en la quinta y lo arrincona cerca de un horno de ladrillos. Lo derriba con fuerza y lo apresa poniéndole la rodilla derecha sobre el pecho. Godino se quita el piolín que lleva por cinturón y empieza a enrollarlo en el cuello de Gesualdo. Le da 13 vueltas y procede a estrangularlo. Gesualdo intenta levantarse, así que Godino procede a atarle de pies y manos, cortando la cuerda con un cerillo encendido. De nuevo procede a asfixiarlo con el cordel pero el chiquillo se resiste a morir. Busca otra manera de matarlo. Godino, mientras busca alguna herramienta adecuada por el exterior del local, se topa con el padre de Gesualdo, quien le pregunta por el paradero del niño. Godino le responde no haberlo visto y le sugiere dirigirse a la comisaría más próxima a levantar una denuncia. Después Godino encuentra un viejo clavo de 10 cm, regresa con él junto a su víctima, y usando una piedra como martillo lo hunde en la sien del niño moribundo. Después de cubrirlo con una vieja lámina de zinc, huye de la escena del crimen. Esa noche, durante el velatorio de su víctima, Godino hace acto de presencia. Después de observar durante algún tiempo el cadáver de Gesualdo, huye llorando del lugar. Según declaró posteriormente, deseaba ver si el cadáver aún tenía el clavo en la cabeza. Para su desgracia dos policías, el subcomisario Peire y el principal Ricardo Bassetti ya habían ligado cabos con casos anteriores. Esa misma madrugada del 4 de diciembre de 1912 allanaron el hogar de los Godino y arrestaron a Cayetano. En sus bolsillos encontraron un artículo de periódico aún fresco que relataba los pormenores del asesinato y en sus pantalones restos del piolín con que había ahorcado a Gesualdo.


Godino confesó cuatro asesinatos, siete tentativas y siete incendios intencionales pero sólo se obtuvieron pruebas suficientes de once delitos menores (entre agresiones e incendios) y tres homicidios, los cometidos en 1912.


En noviembre de 1914 el juez en lo penal de sentencia Dr. Ramos Mejía absolvió a Godino considerándolo penalmente irresponsable y ordenó remitir las actuaciones al Juzgado en lo civil para formalizar su internación por tiempo indefinido y se lo recluyó en el Hospicio de las Mercedes, en el pabellón de alienados delincuentes, donde es objeto de numerosos estudios. En ellos se destacaban sus características físicas: la escasa altura (1,51 metros), la cabeza pequeña (microsomía); la extensión de sus brazos, que abiertos alcanzaban una envergadura de 1,85 metros; sus orejas desmesuradas y en asa, su miseria física y la desmesura de su órgano sexual. Los psicólogos de la época concluyen que Godino estaba predestinado al crimen. 


Durante su estadía en el Hospicio intentó estrangular a Tomas Hull, una persona que no podía caminar, y a Felipe Cerminara, su compañero de cuarto, también impedido de trasladarse. Algunos hablan de un intento más, el de envenenar a un paciente disolviendo fósforos en la leche y de un intento de fuga. 

La Cámara de Apelaciones finalmente lo sentencia a ser recluido en una prisión. 

En 1927 los médicos del penal, fuertemente influenciados por Lombroso, le hicieron una cirugía para reducir el tamaño de sus orejas como forma de favorecer su socialización. Tal operación no tuvo ningún efecto.

En 1933 torturó y quemó al gato mascota de la Sección Carpintería. Como represalia, le pegaron tanto que tardó más de veinte días en salir del hospital. Después de este incidente su conducta fue buena y los informes de Servicio Penitenciario calificaban su comportamiento como de muy bueno.

En 1936 Godino pidió la libertad. Se la negaron basándose en negativos informes médicos que lo caracterizaban como “imbécil, perverso instintivo, extremadamente peligroso para quienes lo rodean".

Murió en el Penal de Ushuaia el 15 de noviembre de 1944 a causa de una hemorragia interna causada por un proceso ulceroso gastroduodenal. Se sabía que era golpeado y abusado con frecuencia. Cuando el Penal de Ushuaia fue clausurado y los restos de los reclusos muertos exhumados para su traslado, sus huesos no estaban en la tumba. Si bien no hubo explicaciones oficiales ni nadie que las pidiera, hubo rumores que algunos directivos del servicio penitenciario los guardaron como souvenir.

Fotografía 











Informes médicos 


Informe Negri-Lucero (31 de enero de 1913)

  • El procesado Godino es un alienado mental o insano o demente, en las acepciones legales.

  • Es un degenerado hereditario, imbécil que sufre la locura moral, por definición, muy peligrosa.

  • Es irresponsable


Informe de Víctor Mercante (24 de febrero de 1913)

  • Cayetano Santos Godino no sabe leer, escribe tan solo su firma y conoce los números hasta 100. Posee una suma de conocimientos generales muy mala, obtenidos por educación refleja.

  • Es un tipo absolutamente inadaptable a la escuela común; solo con educación individual hubiera podido alcanzar algún éxito.

  • Se ha desenvuelto en un medio desfavorable a la formación de una conducta correcta.

  • Priman en él los instintos primarios de la vida animal con una actividad poco común, mientras que los sociales están poco menos que atrofiados. Es un tipo agresivo, sin sentimientos e inhibición, lo que explica su inadaptabilidad a la disciplina didáctica.

  • Ofrece del punto de vista físico, diversos estigmas degenerativos, los más característicos del tipo criminal.

  • Sus sentidos y la capacidad para conocer, no ofrecen anomalías, se presentan normales; asimismo normales sus capacidades psíquicas, si bien inestable la atención por falta de dirección afectiva.

  • En cambio, ofrece como estigma fundamental de su vida moral, la idiotez afectiva; los sentimientos sociales, directrices de la acción, son poco menos que nulos.

  • De suerte que sus estados de conciencia contienen normalmente, todos los elementos menos uno, fundamental que la desequilibra, el afectivo, que es algo así como el timón de la conducta.


Informe Ernesto Nelson (1 de abril de 1913)

  • Godino es un caso de degeneración agravada por el abandono social de que él ha sido víctima, y que por lo tanto no puede hacérsele responsable de sus crímenes, aun cuando su libertad sería peligrosa.


Informe Esteves - Cabred (29 de mayo de 1913)

  • Que Cayetano Santos Godino se halla atacado de alienación mental.

  • Que su alienación mental reviste la forma de imbecilidad.

  • Que esta imbecilidad es incurable.

  • Que Godino es totalmente irresponsable de sus actos.

  • Que presenta numerosas anomalías físicas y psíquicas.

  • Que carece de condiciones para el trabajo disciplinado.

  • Que tiene noción de la responsabilidad de sus actos, lo cual se observa en muchos alienados.

  • Que es un impulsivo consciente y extremadamente peligroso para los que lo rodean.

  • Que debe permanecer, indefinidamente, aislado en el manicomio en que se encuentra.


El doctor alarga los documentos al joven y se quita las gafas, dejándolas en la mesa.

‐¿Y bien, doctor?

-Bien -comienza diciendo-, su tío tenía todos los rasgos de un asesino cruel. Los comienzos suelen ser con mutilaciones y crueldad hacia animales, generalmente en la niñez. Su aburrimiento y curiosidad les lleva a dar un paso más. Lo normal es que los adultos se "inicien" con personas más débiles que ellos e indefensas, como mujeres o vagabundos. En el caso de su tío, al ser un niño, sus víctimas son niños y niñas mucho más pequeños que él. En el fondo no dejan de ser unos cobardes. 

>>Otro rasgo característico es el maltrato y la humillación que sufren por sus seres más allegados. En este punto debo reconocer que los padres podemos ser muy crueles cuando queremos. El rasgo característico de estos padres suele ser el alcoholismo, la falta de sustento económico, el alto autoritarismo, el analfabetismo y la infelicidad que aportan sueños frustrados. Sustituir el cariño por palizas conlleva que el menor albergue en su interior una rabia que cuando sale es como una explosión enorme. El deseo de venganza, junto con la imposibilidad de hacer daño a alguien más fuerte que ellos, les hace recurrir a buscar víctimas más débiles. 

-¿Y el físico? -preguntó el joven visiblemente afectado-. Como puede ver he heredado de mi tío las orejas salidas.

El doctor sonrió. 

-Es cierto que a principios de siglo se daba por válida la hipótesis de Cesare Lombroso. Lombroso hizo estudios en las prisiones con el firme propósito de encontrar características anatómicas y antropológicas propias de los criminales. Según Lombroso los rasgos físicos característicos de un delincuente eran la escasa pilosidad del cuerpo, frente huidiza, resalte pronunciado de los arcos temporales, mandíbula inferior sobresalida, piel oscura, cabello espeso y rizado, anomalías en las orejas, infrasensibilidad al dolor, precocidad sexual, pereza, inestabilidad, inclinación al juego y al alcohol o ideas supersticiosas. También comparaba a los delincuentes con animales, ya que los delincuentes se organizan en bandas, se inclinan hacia juegos crueles, su lenguaje es muy limitado, tienen la cabeza o muy grande o muy pequeña, su cuerpo es asimétrico y tienen mucha envergadura de brazos, manos y pies. Según Lombroso, los criminales natos presentan algún tipo de degeneración y representan un tipo ancestral del hombre del pasado primitivo, de las primeras edades de la especie, dotado de caracteres más o menos bestiales e inclinado, por acto natural, al delito. Aunque debo reconocer que tú tío tiene algunos rasgos que menciona Lombroso en sus estudios, he de decirte que la Psicología Criminal ha avanzado mucho en los últimos tiempos. Actualmente se están aplicando las teorías de Dollard. El doctor Dollard formula la hipótesis de frustración-agresión,  que dice que si bien pueden existir otras causas que provoquen la agresión (insulto, dolor, amenaza a la autoestima, etc.), la frustración es la principal. También la imitación, es decir, hacer lo que se ve en casa, es un motivo de delincuencia. Pero lo verdaderamente importante es el hecho de que un asesino no se verá jamás como una mala persona y por tanto no son consecuentes con sus actos, buscando cualquier pretexto para excusar su malvado comportamiento. Y mucho menos un asesino no acudiría a la consulta de un psicólogo para saber si puede ser un asesino en un futuro. Así que puede usted, jovencito, estar tranquilo, pero no se desvíe del buen camino.

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