Carta a los malos

Este es un artículo difícil de escribir, ya que no me considero nadie para dar consejos a ningún mortal. Por otro lado sí es mi deseo plasmar mis pensamientos sobre todo lo leído y escrito sobre la maldad humana. Si con este artículo puedo ayudar a alguien, aunque sea sólo uno, a reflexionar sobre su comportamiento, me daré por satisfecho. Hay muchas clases de maldad y por eso quiero desglosar mis pensamientos y dirigirlos a según qué personas, desde las menos malas a las malas de verdad. 

Envidiosos

Dicen que la envidia es sana. Cierto, si esa envidia la canalizamos para superarnos a nosotros mismos en el día a día. Pero hay gente que en vez de esforzarse para ser mejor que su vecino, cree más fácil ponerle la trabanqueta. Y me pregunto yo, ¿por qué? ¿Qué ganan enemistándose con el ajeno o con el conocido? ¿Satisfacción personal? ¿Qué clase de persona causa y se alegra de las desgracias ajenas? Sí, una persona mala. Su vecino se ha comprado un BMW porque puede. Porque trabaja y ha ahorrado para cumplir su sueño, para conducir seguro o por la razón que sea. Él se ha permitido ese lujo. ¿Qué más le da a usted el coche que lleve? ¿Por qué esa envidia? ¿Por mujeres? Leyendo he descubierto que el género masculino hace muchas tonterías para conseguir una mujer de bandera y presumir ante sus amigotes de lo buena que está su mujer. Lo reconozco, sienta muy bien que otros hombres le digan a uno que menuda pedazo de mujer tiene, pero estamos equivocados si creemos que un buen coche, una buena moto o un ático en el centro va a hacer que la buenorra del barrio se fije en nosotros. Y si es así, cuidado. La buenorra del barrio no lo quiere a usted por su manera de ser, sino por su dinero, y se está juntando con otra mala persona que le vaciará los bolsillos y se acostará con el jardinero a la mínima oportunidad, así usted acabará siendo el pobre y el cornudo del barrio. Yo mismo, por ejemplo. Vivo en un piso normalito, tengo un C3 heredado, una moto de segunda mano y una mujer que ha roto más cuellos que Hulk Hogan. ¿Cómo lo he hecho? Siendo yo mismo, siendo una buena persona con ganas de aprender de cualquiera y de cualquier cosa. Simplemente eso. Así, en vez de pincharle las cuatro ruedas del BMW a su vecino, debería ser un hombre como manda y preguntarle cómo lo ha hecho para comprarse ese cochazo. Posiblemente descubra que ha tenido que prescindir de otros lujos para darse el capricho. A lo mejor ha renunciado a viajar durante unos años, o es de segunda mano, etc. Nada que usted no podría hacer para comprarse el mismo coche. ¡Ojo! Debe prescindir de SUS caprichos, no de los de su mujer o sus hijos. Porque no comprarle a su hijo la XBOX para Navidades porque usted quiere presumir de vehículo también es ser una mala persona, además de ladrón. Robarlo tampoco vale. No. Quiere un coche bueno, pues ahorre, o trabaje más horas, o intente ascender en su trabajo o busque otro trabajo cuyo sueldo le permita tener un BMW. Haga lo que quiera pero no perjudique a otros con su mala envidia. Alégrese por su vecino y aprenda de él, seguro que la gente que le rodea se lo agradecerá. 

Egoístas

Este es otro tipo de maldad, y aquí lo enfocaré hacia las relaciones personales. Yo soy padre de un hermoso y obediente niño. Me avergüenzan esos padres que quieren que su hijo sean lo que ellos no pudieron ser. Padres egoístas que no dejan ver dibujos animados en la televisión y obligan en cambio a sus hijos a ser muy inteligentes apuntándolos a inglés los lunes, piano los martes, informática los miércoles, violín los jueves, retórica los viernes y el fin de semana los pasan en la biblioteca o en casa viendo documentales de psicología. Increíble. O también están esos que obligan a sus hijos a jugar a fútbol mejor que Messi o a correr más que Bolt. Y encima se enfadan y abroncan al niño si no lo hace tan bien como el padre desea. Usted, si hace esto u otras variantes, además de ser una mala persona es un mal padre. Su hijo es un niño y un niño lo que desea es jugar. Obligarle a ir a inglés cuando usted ni siquiera sabe decir good morning es ser muy egoísta. Sí sí, ahora me dirán que nadie mejor que su padre para saber lo que le conviene a su hijo. Pues sí, hay alguien mejor que usted que sabe perfectamente lo que le conviene a su hijo, su hijo. Es la vida de su hijo, no la suya. Su infancia ya pasó y por lo visto fue tan mala que quiere que la de su hijo sea peor que la suya. Mucha gente de éxito no sabe tocar el piano, ni sabe inglés, y cuando hace deporte es para divertirse, no para ser mejor que nadie. Y cuando hablo de éxito no me refiero a gente rica, sino a gente feliz. Cuidado con el matiz. Puede tener cinco yates pero ser un infeliz de cojones. Éxito es ser feliz con lo que se tiene, no infeliz con lo que se desea. Por eso mismo, deje de pensar en sí mismo y deje de creerse Dios. Como padres nuestra obligación es procurar que nuestros hijos comprendan las consecuencias de SUS actos, no de los nuestros. Nuestro trabajo es guiar y explicar, no imponer. Es su vida y si ellos quieren jugar a lo que sea en vez de ver el canal Historia pues adelante, eso sí, debemos explicarles cómo funciona esta mierda de mundo y que si quieren un chalet en Navacerrada tendrán que currárselo mucho. Como padres debemos respetar sus decisiones porque es su vida. Compartan sus experiencias con los otros, no sean egoístas, no impongan el "porque yo lo digo y punto". Puede que lo que a usted le haga feliz no sea lo mismo que le haga feliz a su hijo o a su esposa. Y recuerden, hay políticos con éxito pero también hay fontaneros con éxito. Depende de la definición que cada uno le demos a la palabra felicidad. También quiero darle un toque de atención a es@s desgraciad@s que como no quieren estar solos son capaces de amargar la existencia de sus parejas, que por estar éstos idiotamente enamorados se dejan humillar día tras día. Si usted es uno de estos egoístas que en el amor ni come ni deja comer por su incontrolable miedo a estar solo y descubrir que es una mala persona, yo le digo: libérese y libere a su pareja. Si en una relación existe el rol dueño-esclavo ninguno de los dos puede ser feliz. El dueño no será feliz porque no se puede amar a un esclavo, el amor debe ser igualitario, sino no es amor. El esclavo, lógicamente, tampoco será feliz. En este plano el ser egoísta es el que posee la llave de la puerta de salida. En el momento que entienda que esa relación es perjudicial para ambos y tenga las agallas de liberar a su esclavo-pareja, dejará de ser una persona egoísta, o por lo menos mala. Amar significa tener la libertad y dar la libertad al otro de amar. Amar no significa imponer, ni aguantar, ni ordenar. Y si desea seguir siendo egoísta, hágase un favor a usted mismo, corte con esa relación tóxica y así tendrá todo lo que quiera para usted solito. Ser soltero no tiene por qué ser un fracaso. No hay nada de malo en estar solo, es simplemente un estado anterior a tener pareja. Y cuánto más a gusto se encuentre consigo mismo más fácil le será amar y ser amado. Piénselo. Sea valiente y no joda la vida a quien no se lo merece. 

Misántropos

Si usted odia a alguien es porque además de ser una mala persona es infeliz e inseguro. ¿Por qué odia? ¿Qué odia del resto? El odio nos estanca. El odio viene del miedo, miedo a no tener a nadie a quien culpar de nuestros errores. Por eso odiamos, porque en nuestro subconsciente nos odiamos a nosotros mismos y nuestro miedo a rechazarnos a nosotros mismos provoca que echemos las culpas de nuestras miserias a cualquier otro menos a nosotros mismos. Y odiamos a ese que hace que nuestra vida sea una auténtica mierda. ¡No! El único culpable de que su vida sea una mierda es usted. Si es pobre no le eche la culpa al que le vende el cupón de la ONCE. Si es pobre es porque no quiso en su momento estudiar y sigue sin querer hacerlo. O porque no quiere trabajar, etc. Si es pobre, o infeliz, es porque usted así lo quiere, sino haría algo para dejar de serlo. Ya sé que es más fácil lamentarse tumbado en el sofá de que la vida le ha tratado mal que salir a patear las calles en busca de un trabajo digno, lo sé. Y si algo tiene el hombre-mujer latino es que sabemos quejarnos y echar la culpa al viento de nuestra caída de cabello. Seamos valientes, admitamos que nosotros somos los únicos directores de nuestra película y que si ésta no vende entradas no es porque el taquillero no las quiere vender. En nuestra película los actores los hemos escogido nosotros, los cámaras han enfocado lo que les decíamos, el vestuario lo hemos escogido nosotros y también hemos dado el "corten". Si nuestra película es mala es porque no hemos sabido o querido hacerla mejor. Así de fácil. Así que si tenemos que odiar, odiémonos a nosotros mismos y no a los demás. Fuera el miedo a fracasar. De todo se aprende, incluso del fracaso. Tampoco digo que vayamos por ahí repartiendo amor a diestro y siniestro, no soy un hippie. No. Pero no odiemos. Debemos pensar que cada uno hace lo que cree mejor para él, aunque nosotros creamos que se equivoca. Perdonemos los errores de los demás y perdonémonos a nosotros mismos por nuestros errores. Aprendamos de ellos y de los errores de los otros y dejemos que cada uno tenga el destino que se ha buscado. Fuera odio y fuera miedo. 

Ladrones

Estas palabras van dirigidas al ladrón. Sé que en este precioso y magnífico país es más fácil robar que trabajar. Y además con la mierda de leyes que tenemos sale gratis. Pero al final robar nos saldrá caro. ¿Por qué? Pues porque: primero, nos arriesgamos a que el robado sea más fuerte, más rápido o más listo que nosotros y nos pille; segundo, porque una vez se entra en el mundillo los que nos rodean son tan malos o peores que nosotros y corremos el riesgo de ser apaleados por un pequeño error; tercero, porque si nos pillan vamos a la cárcel y aunque las cárceles de hoy día son hoteles de cinco estrellas los que están dentro no son tan caballerosos y amables como Clark Gable; y cuarto, porque robar está mal. Lo cierto es que no me gustaría a mí vivir con el miedo en el cuerpo de si me pillarán o no. Con lo bien y tranquilo que se vive sin quebrantar la ley. Hay una cosa que hace posible este raro tipo de vida: se llama trabajo. Ganarse la vida honestamente no tiene precio. Trabajar no sólo te da tranquilidad, también te da la posibilidad de ser feliz con tu esposa, de crear una familia, de ver cómo tus hijos siguen tus pasos en la honradez, etc. No creo que el ladrón quiera para sus hijos la vida que él lleva. ¿No lo quieres para tus hijos y sí para ti? Y no, no hay excusas que valgan. Querer es poder. Eso sí, tienes que demostrar para salir del mundillo que eres un tipo honrado, y aunque en este mundo la imagen vale más que mil palabras, estoy seguro que prefiere ser feliz y llevar una vida tranquila a tener millones en Suiza y levantarse por la mañana con la conciencia bajo tierra. ¿No? ¿Seguro que prefiere los millones en Suiza? Le diré lo que pasará con esos millones. Mientras usted esté en la cárcel, porque tarde o temprano algún envidioso soltará la lengua, o usted mismo alardeando de sus “hazañas”, su hijo se meterá su dinero por la nariz mientras conduce un Porsche, su hija se lo gastará en vestidos de Dior y fiestas pijas y su mujer comprará un chalet con jardín (ya saben por qué) y se bañará en champán francés. Y usted dejándose petar el culo por cualquier sidoso que le amenace con un pincho. ¿Quiere esa vida? No lo creo. No robe. Es que hoy día ni para comer hay que robar, simplemente hay que ir a uno de esos sitios donde reparten comida gratis y pillar lo justo para pasar la semana. Lo que uno siembra es lo que recoge.

Violadores y delincuentes sexuales

En otro de mis artículos ya escribí el por qué de las violaciones. El violador desea procrear con aquella mujer que cree él que no poseerá jamás. Aquí puedo darle el mismo consejo que en el egoísmo. No importa lo feo que sea uno, cualquier mujer desea un hombre que sea atento, que la escuche y que tenga la posibilidad de sustentar a sus hijos. Nada más. Estamos muy equivocados cuando creemos que las mujeres solo desean casarse con ricos y viajar en jet privado. Para nada. Eso solo lo desean las mujeres malas y egoístas. Las mujeres buenas, al estar más avanzadas que nosotros en lo que respecta al intelecto, simplemente quieren a un hombre que las haga felices, no ricas. Dicho esto, al posible violador le diría que estudie y se cree un buen porvenir. Si no tiene estudios o es un vago de cojones, le diría yo que cuando le vengan ganas de violar se meta en cualquier lavabo de algún bar cercano y se haga una paja. El violador suele ser una persona cobarde, que ataca por detrás a sus víctimas (generalmente más débiles físicamente que él), pero que si éstas se revuelven el violador sale corriendo. ¿Y sabe usted lo que le hacen a los violadores o a los pederastas en la cárcel? Lo mismo que al ladrón, pero con odio. Usted mismo. Si no se conforma con la paja en el lavabo hay un oficio muy antiguo que se llama prostitución, y que por un módico precio la mujer de mala vida simulará que la viola, que lo adora o cualquier cosa que usted le pida. Si no quiere o no puede gastarse ni un duro en lumis, pues recurra a la paja. Pero si sólo se le levanta cuando oye a una mujer gritar de dolor o miedo, hágale un favor a la humanidad y vaya al médico. Violar no es la solución. Si usted es un violador sepa que tiene un problema en la cabeza y que este problema tiene solución cuando se decida ir al psicólogo. Seguramente su problema está relacionado con algo que le pasó en la infancia y lo arrastra hasta la actualidad. Cuando usted se libere de ese trauma, cuando comprenda que usted no tuvo la culpa de lo que le sucedió y que ninguna mujer tiene que pagar sus platos rotos, cuando usted descubra eso, será un hombre nuevo, un hombre libre, un hombre que se ha despojado de un lastre que podía causarle muchos dolores de cabeza. Más vale una paja a tiempo que una petada de culo con SIDA incluido. Al pederasta le digo lo mismo que al violador, solo que su problema mental es aún más grave. En lo de follarse bebés ya ni entro, me parece una salvajada. Lo suyo no tiene nombre, pero sí curación. En lo de violar a niñas de catorce años…, su tiempo ya pasó. Sólo le pido que cuando esté encima de una niña de esa edad, visualice en su mente la cara de su hija o de su sobrina debajo de un viejo depravado, con el miedo recorriendo todo su cuerpo, indefensa y con la vagina sangrando a borbotones. ¿Le gustaría ver a su hija o a su sobrina en esa situación? Supongo que no. Pues esa niña tiene un padre o un tío que si le viese hacer eso le cortaba los cojones de cuajo, así se le quitaban las ganas de jugar a Peter Pan. Sea empático, y si no lo es, piense que eso que le está haciendo a esa menor puede hacerle lo mismo otro señor con problemas mentales a su hija. Piense que la vida es como un boomerang y todo lo que va vuelve. Repriman su instinto animal, somos humanos, no monos. Hoy día tienen videos porno para aborrecer en la red, hay prostitutas incluso legalizadas, hay médicos, psicólogos especializados hasta en la manera de cagar. Hagan lo que sea pero no sean tan cobardes de aprovecharse de alguien que no puede defenderse. Hacer eso, como ser humano deja bastante que desear. Sean valientes y reconozcan su enfermedad para tratarla y así poder vivir una vida normal, sin depravaciones de por medio. El primer paso es reconocer que hay un problema, si se reconoce eso lo siguiente ya está chupado. 

Asesinos

No hay justificación alguna para una persona que mata a otra, ni tan siquiera la venganza. Sí, lo sé, que si nos ponen delante al asesino de nuestro hijo o de nuestra pareja no piensas en otra cosa que hacerle lo mismo que él le hizo a su ser querido, pero ¿en qué nos convierte esa venganza? En asesinos. Y entonces el familiar del asesino de su hijo le hará lo mismo que usted le hizo a él y la rueda continúa eternamente. La violencia siempre acarrea más violencia. Si esto sucediese así, en pocos años la humanidad se extinguiría y ¡ojo!, por mí perfecto. Pero la cuestión es evolucionar como personas, no volver a ser animales que únicamente actúan por instinto. El asesino es un ser que sigue en un estado evolutivo anterior al mono. Piensen en una serpiente que ve un muslo desnudo y jugoso y se lanza a por él. La serpiente no piensa que ese muslo puede ser de un aborigen con un machete en la mano más largo que su brazo y que en cuanto le inque el diente el aborigen le cortará la cabeza de cuajo. El violento hace lo mismo, no piensa, no razona, sólo actúa, haciendo caso a su instinto primitivo y sin pensar en las posibles consecuencias de su acto. El asesino, el maltratador, el violento, es un ser nada evolucionado, psíquica y espiritualmente hablando. Dicen que nos reencarnamos una y otra vez para purgar los pecados de la vida anterior y así poder convertirnos en seres de otra densidad, más avanzados. Si esto es verdad, el asesino va a estar muchas reencarnaciones en este infierno que se llama Tierra. Al asesino le daría varias opciones. La primera es cumplir el quinto mandamiento, lógicamente. La segunda sería que si tiene ese impulso irrefrenable de quitar la vida a otro ser humano puede hacer un favor a la humanidad y encargarse de políticos corruptos, dictadores, esclavistas, pedófilos, etc. Hay mucha gente que se merece su atención. Pero si usted es uno de esos asesinos cobardes que sólo entra a matar a novillos sin cuernos entonces es que está en el mismo nivel de evolución que una ameba y por lo tanto yo estaría perdiendo el tiempo en explicarle nada, su única salida es el más allá. 

Poderosos 

A aquellos que están en la cúspide de la pirámide pueden incluirse en todos y cada uno de los apartados anteriores y por lo tanto me repetiría. Supongo que disfrutan manipulando a la gente, utilizándolos para sus macabros experimentos y disfrutando con su poderoso juego. Esto es lo que el mundo es para ellos, un juego enorme de Monopoly. Sólo decirles que en el juego a veces se gana pero otras se pierde, tarde o temprano se pierde. Y recuerden, siempre hay alguien por encima de nosotros, siempre. 

Conclusiones 

En un video de YouTube cuya dirección les dejaré abajo alguien decía que podemos vivir casi eternamente pero ¿para qué? Y es cierto, si ya robamos o matamos lo incontable en ochenta años de vida, imaginen qué haría el ser humano con mil años de edad. La única esperanza es crecer espiritualmente en esta vida que nos ha tocado, individualmente. Si el individuo se compromete a hacer el bien y no el mal, todos aquellos que sacan tajada de los malos actos tendrían que emigrar a otro planeta menos evolucionado. Por ejemplo, si nadie se drogase no habría capos ni cárteles. Es más, si los avances tecnológicos no fuesen creados únicamente para el sector militar y se derivasen al sector civil, estoy seguro de que nadie pasaría hambre ni frío en el mundo. Si todos nos conformásemos con lo que tenemos doy por hecho que cada humano tendría lo mismo que su vecino y por lo tanto no habría envidias, ni odios, ni ningún pecado capital. Seguro que se preguntan cómo puede un solo hombre cambiar el mundo. Es simple, razonando. Si usted no toma drogas, no conduce borracho, no roba ni vota al que roba, se conforma con lo que tiene, ama a sus seres queridos y respeta al resto de la humanidad ya está cambiando el mundo. Y si encima esto mismo se lo enseña a sus hijos está creando un futuro prometedor. No se le pide desde aquí al lector que se juegue la vida por salvar a nadie. Cada uno tiene su propia misión y su propio destino en esta vida y si evolucionamos como personas, sea el destino que sea el que tengamos asignado, estoy seguro que nuestra siguiente vida será mucho más feliz que la anterior. Y así crearemos un mundo civilizado y avanzado para las generaciones futuras, que seremos nosotros mismos reencarnados. Lo sé, esto de las reencarnaciones es muy subjetivo, pero no quita que podamos creer que sea así para facilitar nuestro aprendizaje. Además, nadie ha demostrado lo contrario. De todas formas es usted quien decide qué creer y qué no. Respecto a la muerte y el más allá ningún vivo sabe qué nos encontraremos después de fallecer, sólo lo sabremos cuando muramos. Hasta el momento, crea lo que quiera. Puede creer en el cielo y el infierno, en las reencarnaciones, en extraterrestres, en espíritus, en semillas estelares o en la nada. Crea lo que quiera pero puede estar seguro que quien la hace la paga, en esta vida o en otra, pero la paga. 

Video Allatra

https://youtu.be/5UAOvF0Nfk0