martes, 3 de mayo de 2022

Sobrevivir a una madre narcisista de Olga Fernández Txasko

Este libro no sólo trata sobre cómo ser feliz tras una educación materna basada en la humillación psicológica por parte de una madre narcisista, sino que dicho conocimiento puede trasladarse a relaciones con amigos, con parejas o ex parejas, compañeros de trabajo, etc. Una relación tóxica puede darse en cualquier lugar y ambiente, por eso cambiaré madre por abusador o tóxico para que lo puedas trasladar a tu propia situación. 
En nuestra sociedad se nos ha inculcado que madre es sinónimo de amor. Creemos que el amor de una madre a sus hijos es desinteresado y está por encima del amor a sí misma, por eso mismo es la víctima la que es cuestionada y tachada de loca. Nadie cuestiona a una madre (lo sé por propia experiencia). Por ello la víctima del tóxico sufre estrés, ansiedad, agotamiento físico y mental, tiene diferentes dolencias físicas y hay días que solo le apetece llorar. Incluso llegan a pensar en el suicidio por no ver salida alguna. A pesar de esto, si la víctima ha tenido el coraje de escapar de las garras de su abusador, puede seguir sin encontrar la felicidad. La maldad del tóxico sigue en él, no puede limpiar lo que le ha hecho a su sistema emocional. El dolor está enquistado en él, es parte de su ser. 
Olga Fernández Txasko propone el Método RAN© para escapar del abusador, sanar las heridas y poder así disfrutar de la vida. Para ello un primer paso es reconocer que se está siendo maltratado por una persona narcisista, aunque sea una madre. Se debe hacer consciente lo inconsciente. Si la víctima no reconoce lo que sufre, no puede cambiar. El segundo paso es aceptar lo vivido, siendo sincero con uno mismo. Una vez reconozca su enfermedad, la podrá modificar y sanar. Esto es muy común en alcohólicos y drogadictos, no pueden desengancharse si no creen que están enganchados. Por último, la víctima debe empoderarse, creerse válida, fuerte y libre. Si se empodera, ningún tóxico volverá a humillarla. 
"Asumir que tu propia madre no te quiso y no te quiere es uno de los procesos psicológicos y emocionales más difíciles de superar y con consecuencias devastadoras en todos los órdenes de la vida. A este dolor, hay que sumarle la incomprensión de los otros, una sociedad dispuesta a mirar para otro lado ante una realidad tan antinatural. Debes ante todo saber que tú no eres culpable de nada. No eres mala, ni torpe, ni todas esas lindezas que tu madre ha dicho de ti. Todo lo que tu madre ha escupido por su boca era un reflejo de ella misma". Cita de la autora. 

El trastorno narcisista de la personalidad (TNP) 
En este mismo blog encontrarás una reseña sobre el libro Terapia cognitiva de Aaron T. Beck, dónde se explican los distintos trastornos de personalidad y su tratamiento terapéutico. Como ya lo tienes escrito, no alargaré el párrafo y me centraré más en la víctima. De todos modos te sugiero antes de seguir que leas tan interesante reseña para conocer este común trastorno. Seguro que reconoces alguna persona conocida con este trastorno tras saber lo que les caracteriza. 
Las madres tóxicas o con Trastorno Narcisista de la Personalidad, tienen los rasgos característicos de las personas con dicho trastorno, pero como madres tienen algún comportamiento específico, sobre todo con sus descendientes. 
Los rasgos más característicos de un narcisista son:
-Falta de empatía emocional 
Es su principal característica. En cambio sí tienen empatía intelectual, es decir, comprenden cognitivamente que causan dolor a otra persona, pero no les importa. No tienen conciencia moral. 
-Tienen baja o nula autoestima
Para tapar esta falta de autoestima utilizan y manipulan a la víctima para evitar quedarse solos. Son personas inseguras, miedosas, etc. Justo lo contrario de lo que aparenta ser. 
-Tiene extrema vanidad 
Son superficiales y materialistas. Les encanta mostrarse altaneros vistiéndose a la moda o elegantemente o mostrándose inteligentes (o es lo que ellos creen).
-Son celosos y envidiosos
Su envidia es muy visible. El tóxico tratará de convencer a su víctima de que algo no le sienta bien, no le dejará maquillarse o arreglarse pues no puede brillar más que él. No soportan que sus víctimas hagan nada mejor que ellos, ni que sea más feliz. Quieren mucho a su víctima siempre y cuando sea infeliz a su lado. 
-Son mentirosos
El narcisista, y especialmente el abusador, es muy calculador y para que nadie se dé cuenta de su maldad miente. Miente para controlar y también miente a los demás, especialmente sobre su víctima para aparecer como la buena y sufridora madre que aparenta ser. Podrían ganar un Oscar por su gran interpretación de madres entregadas, cuando en realidad son todo lo contrario.
-Es excesivamente controlador/a 
Control es sinónimo de seguridad, de algo permanente que no cambia, y lo que no cambia es bueno porque le hace sentir bien. Sobreprotege en extremo y se enfada si se le lleva la contraria.
-Es agresivo y desvergonzado
No pregunta. Exige. No acepta un no por respuesta. Manipula o desata su ira para conseguir lo que quiere. Se cree con derecho a todo, en casa y fuera. Siempre tiene razón y no tolera las críticas.
-Su comportamiento puede ser patético 
Cuando descubres sus artimañas se sienten perdidos y actúan sin pensar, normalmente haciéndose los mártires. Jamás se responsabilizan de sus actos. También pueden sacar toda su ira al ser descubiertos e intentará hacer el máximo daño posible.  
-Tiene miedo patológico a no ser respetado, amado o valorado
Usa a su víctima para llenar su necesidad emocional de ser importante. Es un vampiro emocional, el dolor de su víctima lo alimenta, le produce satisfacción.

Técnicas que utiliza para mantener a su víctima bajo su control
-Infantiliza a su víctima infravalorando sus capacidades físicas y mentales, lo que favorece una pérdida de la independencia y autonomía. Algunos ejemplos son: dar dinero constantemente a la víctima, reforzando el mensaje de que ésta no puede valerse por sí misma; aprobar o desaprobar sus amistades decidiendo quién es bueno o malo para su víctima; decir cómo debe vestir; insistir en que no está preparada la víctima para independizarse aunque sobrepase la cuarentena; invalidar a su víctima rechazándola, ignorándola, ridiculizándola, burlándose de ella, juzgándola o aminorando sus sentimientos. Ejemplos de invalidación son cuando dicen: Deja de llorar, o te pego; Con todo lo que he hecho por tí; No vales para nada; No te va a querer nadie; ¡Cambia tu ánimo!; ¡Vete a gritar/llorar a otra parte!; Que mal carácter, nadie va a querer estar contigo; Ya estás armando un drama; No luchas lo suficiente; No eres responsable; Tu cuarto es un desastre; Pareces un adefesio (aunque ese dia lleves tu mejor ropa); Eres muy torpe; Siempre te equivocas; Nunca te concentras; Lárgate; Cállate; Cálmate; Ya pasó, no es para tanto; No me molestes; No me amargues; Estás exagerando; Es una tontería por lo que lloras; Pudiste haberlo hecho mejor; Solo das problemas: Es por tu culpa. 

Gaslighting, la asfixia emocional 
El Gaslighting es una forma de abuso psicológico que consiste en presentar información falsa para hacer dudar a la víctima de su memoria, percepción o de su cordura. 
Las fases del proceso son: 
-Manipulación de la realidad. Para ello se introducen circunstancias anómalas como hacer desaparecer objetos, producir ruidos que el abusador dice no escuchar, negar que se haya sostenido una conversación, etc. La víctima comienza a dudar de su propio juicio, hasta el punto de fiarse más del juicio del abusador/a. 
-Invalidar la percepción de la víctima. La persona abusadora aísla a la víctima y trata de convencerla de que sus sentidos la engañan. Para ello se niega cualquier hecho que haya observado, se le convence de que ha dicho lo que no ha dicho, se le hace creer que sus amigos son sus enemigos y que actúan con mala fe. Se le acusa de errores no cometidos, etc. La víctima termina creyendo que su opinión no es válida, lo que hace que se auto aísle por miedo y falta de confianza. 
-Aislar a la víctima. La persona abusadora limita la vida social de la víctima. Cuanto más limitadas estén sus relaciones menos posibilidades existen de que se interrumpa el proceso, es por ello que se la hace desconfiar de todo y de todos garantizando así que no airee información de lo que está ocurriendo. El círculo se va cerrando y llega un momento en que la víctima queda limitada a un espacio cada vez más reducido que percibe como seguro. Normalmente la víctima termina relacionándose solo con su abusador, ya que percibe que es la única persona que quiere el bien para ella. Esta etapa es comparable al Síndrome de Estocolmo. En los dos abusos la víctima cree que su agresor es la única que puede salvarla, siendo el control sobre la víctima total. 
-Hacer dudar a la víctima acerca de su cordura. Una vez que la víctima está suficientemente debilitada, que duda de sus conductas y pensamientos, que cree en lo que le dice la otra persona más que en sus propias percepciones, es cuando el abusador introduce la idea de que su cordura es cuestionable. El abusador aprovecha cualquier arrebato o crisis de la víctima para demostrarle lo enferma que está, por tanto debe dejar cualquier tipo de actividad social, si es que aún conservaba alguna, para depender exclusivamente de las decisiones del acosador. Una vez que está realmente confundida, se siente perdida, deprimida por creerse “loca” y se enfada consigo misma. Es el momento en el que la víctima saca su ira, su frustración, y el abusador le confirma así que está mal de la cabeza. Entonces es cuando cree la versión del abusador sobre su estado mental.
-No respeta sus límites personales. Incluyen límites físicos, mentales, psicológicos y espirituales, que incluyen creencias, emociones, intuiciones y autoestima. El abusador lee sus cartas, emails, o le hace preguntas excesivamente personales a su víctima. Ésta siente que no tiene intimidad. También hurga en sus armarios. Dispone de su tiempo sin consultarle si le viene bien o no hacer alguna cosa. Si la víctima se muda, su abusador tendrá derecho para entrar en su casa cuando y como quiera.
-Practica la triangulación. La triangulación, es un método de manipulación sádico utilizado por una persona narcisista para manipular a dos personas a la vez creando un triángulo con ella en medio. La triangulación en el seno de una familia disfuncional, con una madre tóxica, consiste básicamente en que la madre enfrente a los hermanos entre sí. El abusador se encarga de crear celos entre los hermanos, a través del trato injusto a uno de ellos (el chivo expiatorio, el hijo odiado u oveja negra de la familia) y de premiar arbitrariamente al otro, (el hijo dorado, el favorito y consentido). Con el juego mental de la triangulación, el abusador disfruta, ya que la sensación de poder al controlar a diferentes personas le confirma su grandiosidad. El poder alimenta su autoestima.
-Mina los logros de la víctima. El abusador sólo admite algún logro de su víctima si se puede atribuir él los méritos. Si no puede llevarse el crédito de sus logros, los ignorará o los despreciará. Desvalora a la víctima, lo cual tiene consecuencias devastadoras ya que la víctima crece pensando que no vale para nada.
En el caso de la madre, utiliza si puede al padre permisivo. Una madre narcisista no puede actuar sola. Necesita un padre permisivo. Ese que termina haciéndose sumiso a ella o la adora. Los tipos de padres permisivos son:
              +El ciego. No es consciente de lo que                    ocurre en casa mientras él no está.                      La madre le dice frases como mira lo                  que ha hecho tu hijo/a, qué mal                            carácter tiene, no me respeta,....
              +El padre “avestruz”. Esconde la                            cabeza y mira para otro sitio ante los                  abusos de el abusador. Es lo que                          conocemos como el hombre                                calzonazos, va siempre como un                          perrito faldero con su mujer sin                            opinión propia.
              +El colaborador. Es el padre que                            activamente participa en el abuso.                      Puede ser un narcisista él también o                  ser totalmente dependiente y estar                      completamente controlado por su                        mujer.
-Proyección. El abusador proyecta en su víctima lo que es él, o lo que envidia de su víctima. Así, cuando un tóxico le acusa a su víctima de mentirosa, de inestable, egoísta o mala persona, es porque él lo es. Sus proyecciones no son los defectos de su víctima, sino los suyos. Traspasa su propio problema a su víctima. 
-Deflexión. La deflexión es el arte de distraer psicológica y emocionalmente a una persona para cambiar de tema, y enfocar la conversación hacia otro lugar. El narcisista es el rey de la deflexión y la practica tan bien que cuando estás manteniendo una conversación con él, probablemente termines en el mejor de los casos rascándote la cabeza porque no sabes de qué está hablando. Es un método de control conversacional, claro, simple y muy eficaz. Otro ejemplo de deflexión es cuando en un día importante para la víctima, puede ser incluso hasta el día de su boda, el abusador se inventa en el último momento cosas para llegar tarde y ser así el centro de atención. 
-Intimidación. El abusador genera miedo para que se haga lo que él desea. Normalmente la persona que recurre a estas tácticas no suele emplear la agresividad y la violencia, al menos no de forma evidente porque su principal objetivo es manipular a su víctima sin que su imagen se vea dañada. Además, el ver asustada a su víctima le hace sentirse poderoso. Causar miedo deliberadamente a un niño es abusivo y destructivo, porque le hace crecer con miedo a todo. El miedo crea adultos inseguros. 
-Culpabilizar. La culpa no es un sentimiento agradable y tratamos de deshacernos de ella culpando a los demás a través de la acción psicológica llamada “proyección” (atribuir los pensamientos, deficiencias y limitaciones propios a otros). Si una sensación es demasiado dolorosa, tratamos de pasarla a otra persona. Cuando una madre le dice a su hijo: “Después de todo lo que he hecho yo por ti me lo pagas así…” está lanzando un dardo contra el sentimiento de culpa de su hijo, esperando que de esa manera haga lo que ella desea. Si usted está contemplando hacer algo mal, su conciencia le enviará una pequeña punzada de culpabilidad para que pruebe lo que obtendrá si sigue adelante y lo hace. Los abusadores carecen de conciencia. 

Síndrome de Munchausen por poderes 
En realidad no es una técnica de abuso, sino un trastorno que puede tener el abusador, principalmente. El Síndrome de Munchausen por poderes es un trastorno en el que una persona, generalmente el cuidador o la madre del niño, causa deliberadamente lesión, enfermedad o trastorno a su hijo. Es un trastorno psiquiátrico registrado en el DSM-V como Trastorno ficticio, o artificial. Las madres tóxicas enferman a sus hijos para mantenerlos bajo su poder y así obtener su suplemento narcisista. Las características de las madres que enferman a sus hijos son:
-Sobreprotección del hijo. 
-Relación simbiótica con el hijo (vive a través de él) 
-Tiene trastornos disociativos atípicos. 
-Son depresivas y ansiosas. 
-Tienen gran capacidad de invención. 
-Agresividad. 
-Tienen trastorno límite de la personalidad (problemas de auto imagen, dificultad para manejar las emociones y el comportamiento y un patrón de relaciones inestables.

Ley del hielo o Tratamiento de silencio
Se le llama ley del hielo a ese conjunto de comportamientos que tienen por objetivo ignorar al otro. El silencio de un abusador es una forma de mostrar poder y herir, con la que pretende provocar que la víctima admita que cometió una ofensa y se disculpe. El problema es que la víctima desconoce la ofensa y por tanto no puede disculparse. Esto le crea un sentimiento de culpa inexplicable. El mensaje que manda el tóxico a la víctima con su silencio es que no es importante para él, ni valioso o merecedor de atención.

Rechazo emocional
Dejar de lado el valor de alguien o menospreciar sus necesidades es una de las formas que puede tomar el rechazo emocional. Algunos ejemplos de rechazo pueden incluir decirle a la víctima que se vaya o, lo que es peor, que salga de su presencia, insultándole o diciéndole que no vale nada. También puede acusarle de los problemas familiares. 

Explotación y violencia física
Suele suceder con niños. Pedir repetidamente a un niño de ocho años que sea responsable de la cena de la familia es inapropiado para su edad, ya que está por encima de lo que se esperaría de un niño de esa edad y sería considerado explotación. 
Los abusadores que no pueden contener su ira suelen utilizar la agresividad física con sus víctimas para conseguir lo que quieren o simplemente porque no pueden manejar sus miserias. La parte positiva de la violencia física, si la hay, es que es mucho más fácil de ver y demostrar el maltrato.

Perspecticidio, lavado de cerebro
El objetivo del perspecticidio es lograr una pérdida total de identidad en la víctima. El abusador no quiere que la víctima piense por sí misma y tratará como sea de borrar su identidad para definir su mundo (qué es el amor, las relaciones sociales, cómo debe vestir e incluso pensar). Con el perspecticidio, la víctima pierde su propia identidad.

Empatía cognitiva
La empatía cognitiva implica tener un conocimiento más completo y exacto sobre los contenidos de la mente de otra persona, incluyendo cómo se siente la persona. La empatía cognitiva es más una habilidad, se puede entrenar y desarrollar. Es una habilidad bien desarrollada en los vendedores habilidosos y muchos abogados que la utilizan para conseguir lo que quieren. Y por supuesto es una habilidad que el narcisista borda. A través de la empatía cognitiva el abusador observa, conoce y planea para obtener lo que quiere de su víctima. Necesita entender sus sentimientos y pensamientos para manipularle.

Compartimentalización
Según la doctora Cécile Rozuel, de la Universidad Tecnológica de Auckland, “La persona compartimentada puede, conscientemente o no, despegarse de los valores morales, las aspiraciones, los sentimientos y las emociones que se consideran inapropiados e irrelevantes para un cierto contexto (por ejemplo, el lugar de trabajo), creando así un vacío moral al desconectar la responsabilidad moral de sí mismo “. Un ejemplo claro de compartimentalización lo vemos en los políticos, que son capaces de desempeñar su trabajo a pesar de que los medios hablen de sus actos inmorales.

Juega con tus emociones
El narcisista creará situaciones de conflicto para mantener a su víctima encrespada. Se enfada y luego le ronronea, para agotarle emocionalmente. A través de la empatía cognitiva le conoce bien y sabe de qué hilo tirar para desestabilizarle emocionalmente. Por eso el abusador pasa de su falso Yo al verdadero continuamente, para que la víctima nunca tenga una sensación de seguridad psicológica o certeza acerca de quién es realmente él. 

El Triángulo dramático de Karpman
El modelo de Karpman propone tres papeles habituales psicológicos (o juegos de rol ) que la gente suele tomar en una situación: 
-La víctima
-El perseguidor
-Y el salvador o rescatador que interviene, aparentemente con un deseo de ayudar al más débil, o mejorar la situación.
El abusador es el perseguidor y se siente con la potestad de poder juzgar los comportamientos de la víctima de una forma completamente libre y sin limitaciones. Pero además también asume muchas veces el papel de salvador con frases como: yo lo arreglo, quién te va a querer más que yo, con lo que me preocupo por ti. Y en medio de este juego macabro está la víctima. El abusador da una de cal y otra de arena, y esa es una de las herramientas más potentes que tiene para mantener a su víctima bajo su control y sin que ésta pueda hacer mucho para escapar de esa situación.

Defensa Preventiva
El abusador siempre enfatiza el hecho de que es “bueno”, que se debe “confiar en él”, sin que nadie le diga nada ni le pregunte. Presume de su bondad y de lo buena madre, padre, pareja, amigo, etc, que es sin venir a cuento. Las personas realmente agradables rara vez tienen que mostrar persistentemente sus cualidades positivas: exudan su calidez más de lo que hablan y saben que las acciones hablan mucho más que las palabras. Saben que la confianza y el respeto es una calle de doble sentido que requiere reciprocidad, no repetición. Dime de qué presumes y te diré de qué careces. Una persona buena no necesita decir que lo es. Fíate de las acciones, no de las palabras.

Generalización
Es habitual que el narcisista generalice para desacreditar los sentimientos, opiniones y reacciones de su víctima con frases como “tú siempre quieres llevar razón”, “todo te molesta” o “nunca estás satisfecho/a”. Estas y otras generalizaciones despojan a la víctima inmediatamente de legitimidad, lleve razón o no.

Tergiversa la realidad
La tergiversación de lo que dice la víctima suele suceder cuando trata de imponer sus límites o mostrar opiniones diferentes a las del abusador.

Practica el Hoovering
El Hoovering (o aspirar) es una técnica de manipulación que el abusador utiliza para recuperar a su víctima aspirándola de regreso a su vida a través del chantaje sentimental. El Hoovering puede suceder si el abusador sospecha que la víctima se está distanciando emocionalmente, a los pocos días de que la víctima lo abandone o puede suceder meses o años después de independencia para aspirarle de regreso. Algunos ejemplos de Hoovering de una madre tóxica son: 
-Cuando la víctima está considerando romper con su madre, ésta le invita a comer o a unas vacaciones y actúa como una madre buena y “normal”, o amorosa pero no invasiva. Este comportamiento hace que la víctima, que estaba pensando dejar el nido, se sienta culpable de querer irse y se dice a ella misma cosas como que su madre no es tan mala; pobrecita, es mayor; con lo que ha hecho por mí, etc. 
-En ocasiones actúa como si fuera tu mejor amiga, hasta te cuenta lo mal que lo pasó de niña porque su madre nunca la entendió o que su vida no ha sido fácil. La víctima, que está dudando porque no deja de ser su madre, se lo cree. 
-Te pide perdón por no ser cariñosa y hasta llora. Puede decir frases como lo siento, sé que no soy cariñosa pero eso no significa que no te quiera. Y la víctima vuelve al nido. Recordar que los narcisistas son unos actores o actrices geniales, pero nunca cambian. Cómo van a cambiar si se creen superiores al resto de mortales. 
Si la víctima llega a abandonar el nido, usan tácticas como:
-Enviar mensajes preocupándose por la víctima fingiendo querer saber cómo está, cómo se siente, si está deprimida, triste, etc. Finge estar muy preocupada por ella para ver si cae y regresa a casa.
-Contactan y actúan como si nada hubiera pasado  
-Llaman o escriben únicamente en fechas señaladas como cumpleaños o Navidad. 
-Manipulan a través de terceros haciendo llegar noticias de ellos a través de hermanos, padres, primos, amigos,  etc. 
-Contactan para comunicar falsas enfermedades como que tiene cáncer, le está dando un infarto o se quiere suicidar. Este ejemplo es un clásico de una madre narcisista. Prueba a su víctima para ver cuánto le sigues importando. Quiere ver si corre a ayudarle. Pero tranquilo/a, una persona narcisista nunca se suicidaría porque se aman demasiado a sí mismas. Y si realmente tiene una enfermedad terminal no te preocupes, eso es que el karma ha hecho su trabajo. 
-Pone como excusa a alguién querido por la víctima con frases como: no puedes hacer que tu padre se sienta mal, tu hermana te echa de menos, tu padre está sufriendo mucho, etc. 
-Si estas tácticas no le funcionan intentará hacerte la vida imposible. Y cuando el abusador está desesperado porque no consigue lo que quiere, se vuelve patético. Saca su verdadero yo, se quita la careta e intenta hablar mal de su víctima a todo el mundo. Es cuando saca su verdadero Yo y utiliza todas sus armas de destrucción masiva. Hará lo que sea para que la víctima no avance en la vida. Paciencia y fuerza.

Victimismo
Cuando todas las tácticas de manipulación que hemos visto le fallan recurre al victimismo. La madre psicosomática narcisista es aquella que usa las enfermedades, achaques y dolores para manipular a sus hijos y salirse con la suya. Con sus continuos achaques busca que le presten continua atención. Sus dolencias le sirven para que el mundo gire a su alrededor. Estas enfermedades mantienen atada a la víctima y si el abusador/madre ve que va a volar una vez se ha curado, recae y vuelve a enfermar. Hace sentir culpable a su víctima de su recaída, para que nunca se le ocurra dejarlo solo.

Venganza persecutoria o acoso
El abusador no soporta que lo abandonen, y es entonces cuando pierde los papeles e intenta atormentar a su víctima. Intentará atacarle socialmente, moralmente, y físicamente. Cualquier manera para hacerle daño es válida. Su ego está tan dolido que sólo busca venganza. En este punto es el momento de tener cuidado con amistades que quizá no lo son tanto, pues se dejan manipular por lo que el abusador les cuenta sobre ti. 
Cuando el abusador empieza a acosar a su víctima, cualquier técnica es válida: hablar mal de ella, acusarle de haber hecho cosas que nunca ha hecho (les encanta acusar de que les ha quitado dinero, ya que son tremendamente apegados a lo material), o presentarse como la víctima frente a los demás (fijate lo que me ha hecho mi hija con lo buena madre que yo he sido). A quien le escuche le dirá lo malévola que es su víctima y lo mal que está de la cabeza. Recuerda que todo es un reflejo de sus defectos. En el acoso, el grado de estrés de la víctima es tremendo, pero se debe recordar que ya se ha pasado por situaciones similares toda su vida y que ha sobrevivido. Esta fase es una más. 

¿Por qué abusan? El suplemento narcisista.
La víctima se puede preguntar por qué la persona que más debería amarla y cuidarla, le destruye. El odio, la rabia, el dolor emocional que le generan las manipulaciones del tóxico, la confusión, el quiebre emocional y moral que sufre con sus humillaciones, etc., es la droga que necesita y mueve a estos infames seres. Es lo que se llama Suplemento Narcisista. El llanto, la tristeza, incluso la ira al reaccionar cuando la víctima ya no puedes más es lo que el abusador necesita para sentirse grande y poderoso. Es su droga. Es a partir de los 7 años, la edad de la razón, cuando el niño empieza a tener una mente propia y es aquí cuando el abusador empieza a ver su suplemento narcisista en peligro.

¿Es consciente el abusador del dolor que causa? 
Sí, sabe perfectamente lo que hace, y lo hace intencionadamente. Lo más probable es que fuera abusado de pequeño y ahora repite el patrón. La poca estima con la que creció tiene que esconderla abusando de otros. Necesita del suplemento narcisista para hacer crecer su ego.

¿Qué es lo que causa la ira de un tóxico?
La ira es una expresión infantil primitiva, emocionalmente inmadura, de necesidades frustradas y/o invalidación real o percibida. La rabia narcisista es una respuesta a cualquier amenaza a la visión de sí mismo. La persona narcisista está constantemente atenta a desaires, insultos, críticas o desacuerdos (reales o imaginarios), que experimenta como un rechazo y humillación y le hacen montar en cólera. La persona narcisista justifica sus reacciones de ira diciendo que le provocan. Su distorsión cognitiva, o percepción errónea de la realidad, le hace ver que los demás le atacan de manera intencional. Su respuesta es una ira descontrolada. Su ira asusta y ella, al ver el miedo en su víctima, hace que se sienta que ha ganado, lo que le hace aún más poderosa y en control de la situación. 

La Herida Narcisista
André Green, psicoanalista francés, afirma: “Los narcisistas son sujetos lastimados, carenciados desde el punto de vista del narcisismo. A menudo la decepción de no haber sido amados por su madre/padre les lleva a amarse a sí mismos”. El sujeto con un trastorno narcisista de esta naturaleza busca, a través de objetos (personas, drogas, alcohol, etc.) compensar el déficit ocasionado por la fallida relación madre/padre-hijo/a. La ira narcisista es la reacción a la herida narcisista cada vez que se percibe una amenaza a su autoestima. Es especialmente hipersensible a cualquier sensación percibida de traición o abandono. Con un ego tan frágil como resultado de una herida narcisista, éste es fácilmente herido y humillado. Incluso los comentarios o actos más inocentes los puede malinterpretar como un intento de menosprecio a su persona. Su necesidad de venganza es primordial, porque cada herida narcisista los llena de vergüenza y autodesprecio. La madre tóxica, al igual que otras personas narcisistas, no quiso desarrollar su propia personalidad al ver lo fea que era por dentro, y como lo que veía no le gustaba, para ocultar la vergüenza que ello le suponía creó un falso Yo. No le tengas más miedo a tu abusador, su verdadero yo es débil. Tú eres fuerte.

Tu madre no va a cambiar
La persona con trastorno narcisista no quiere evitar su comportamiento. Su falso Yo (se cree grande) desprecia el hecho de tener que ser humilde y vulnerable. El psicólogo Sam Vaknin, describe cómo el narcisista, intuitivamente, sabe que no tiene los recursos internos para lidiar con el ataque de estas heridas internas. Su creencia es que un narcisista se arriesgaría a un colapso psicótico y catatónico completo si enfrentara estas heridas. Mientras el narcisista no enfrente su dolor, no cambiará. Aunque no cambie, su víctima sí puede cambiar, encontrarse a sí misma, empoderarse y ser feliz. Sólo hace falta despegarse del tóxico. 

¿Cómo es la víctima?
La víctima es una creación de su abusador para satisfacer sus necesidades. Él nunca ha permitido que se desarrolle como persona individual, y por eso se encuentra perdida. Si la víctima no toma conciencia de lo que le pasa y lo entiende para poder modificarlo, no importa que se aleje de su acosador físicamente y practique el contacto cero, porque siempre acarreará consigo sus heridas y el yo que conoce creado por su abusador.

Síndrome de La Víctima Narcisista.
Este síndrome consiste en el grupo de síntomas y mecanismos de defensa aprendidos para sobrevivir a una relación hostil de un individuo causados por el abuso perpetrado por otro individuo con trastorno narcisista de la personalidad. El DSM-V agrupa estos síntomas dentro de la categoría de Maltrato Psicológico Infantil, que consiste en actos no accidentales, verbales o simbólicos, realizados por un progenitor o un cuidador de un niño que provoquen o generen una probabilidad razonable de causar un daño psicológico en el menor.

Síntomas del Síndrome de la Víctima Narcisista. Secuelas del abuso
Desde pequeños, las víctimas han aprendido que sólo pueden ser amadas con condiciones. Si se portaban bien, incluso su abusador podía llegar a ponerle buena cara. La Organización Mundial de la Salud define el MALTRATO INFANTIL como “los abusos y la desatención de que son objeto los menores de 18 años, e incluye todos los tipos de maltrato físico o psicológico, abuso sexual, desatención, negligencia y explotación comercial o de otro tipo que causen o puedan causar un daño a la salud, desarrollo o dignidad del niño, o poner en peligro su supervivencia, en el contexto de una relación de responsabilidad, confianza o poder. La exposición a la violencia de pareja también se incluye a veces entre las formas de maltrato infantil.”

Vínculo traumático
Hay mucha gente que les dice que se alejen de quien les maltrata, de quien no dibuja una sonrisa en su boca. Pero cuando la maltratadora es su madre, no es tan fácil de romper el vínculo. Desde pequeño el niño se une o vincula con su madre para poder sobrevivir. El niño por lo tanto crece creyendo ser él el defectuoso. Incluso cuando las cosas parecen estar bien, el niño no tiene dudas de que la calma durará poco y que, en cualquier momento, el abusador volverá a su estado agresivo y frío y él volverá a sentirse infeliz y enojado. Se vuelve hipervigilante, vive con miedo constante y sometimiento absoluto a su progenitora. Crecer bajo la constante amenaza de abuso físico, emocional, sexual, psicológico, mental y espiritual, mezclado con la amabilidad ocasional, proporciona el comportamiento intermitente requerido para desarrollar el síndrome de Estocolmo o la vinculación traumática. La Teoría del Vínculo Traumático, desarrollada por Dutton en 1995 se basa en dos parámetros fundamentales: 
-Desequilibrio de poder. El maltrato lo entendemos como una relación de poder asimétrica, en la que una persona genera una relación de coacción, poder y daño frente a otra persona. Lo que explica esta teoría es que cuando una relación es asimétrica, cuando existe un desequilibrio entre ambas partes, empieza a aumentar la valoración negativa de la parte desfavorecida, aumentando así su dependencia de la fuerte. Tiene su lógica porque si yo me siento vulnerable, necesitaré de alguien que me dé esta valía. 
-Intermitencia del maltrato. Esto puede explicarse a través de las fases de la violencia (acumulación-explosión-endulzamiento). No sabes cuándo podrán maltratarte. La fase de endulzamiento te desconcierta y refuerza tu idea de “mi madre puede cambiar, puede ser buena”, fomentando así la perdurabilidad de la relación, ya que te crea la esperanza de que pueda cambiar. Esta conexión emocional intermitente produce gran desasosiego y confusión en el menor. Esta secuencia repetitiva de negar afecto y dar migajas, provoca una montaña rusa de emociones, desencadenando la liberación de cortisol, la hormona del estrés, y también de dopamina, la cual aparece cuando se recibe afecto. Tu cuerpo se vuelve adicto a este cambio de emociones. Desesperadamente busca la aprobación del tóxico, necesita su dosis de afecto, quedando así atrapado en un vínculo con él que te asfixia.

Distorsión cognitiva
Es una interpretación errónea de la realidad que lleva al individuo a percibir el mundo de manera poco objetiva además de disfuncional. Se presenta en manera de pensamientos “automáticos” y desencadena emociones negativas dando lugar a conductas no deseadas. Los ejemplos más comunes de distorsión cognitiva son:
-Sobregeneralización. Aplica el resultado de un evento aislado a todas las áreas de la vida. Por ejemplo, suspender un examen conlleva el pensamiento automático de "todo me sale mal". 
-Catastrofismo. Siempre se espera lo peor.
-Comparación. Se tiene tendencia a compararse con los demás de manera que se llega a la conclusión de que se es mucho peor que el resto de personas.
-Personalización. Se toma todo personalmente y muy a pecho. Se piensa que los demás están en su contra.
-Construcción de la valía personal en base a opiniones externas. No se es capaz de tomar una decisión sin la aprobación de un tercero. Se centra en los “debería” o “tengo que”. 
-Adivinación. Se trata de pronosticar un resultado, una emoción o un acontecimiento futuro como negativo y cree esas predicciones como verdaderas. Ejemplo: “Estoy segura de que lo voy a hacer mal”, “Lo que quiere es ponerme nerviosa”, “quiere reírse de mí”, “Siente pena por mí” o “está conmigo por pena”. Creer estas cosas hace que se actúe de tal manera que la gente se separe de uno y sus pensamientos terminen siendo ciertos.
-Etiquetado. Cuando una persona se etiqueta a una misma o a otros de forma peyorativa. Es otra forma errónea de pensamiento. Ejemplo: “Soy una inútil”. También se etiqueta a los demás sin darles una oportunidad de conocerles.
-Razonamiento emocional. Sentirse incompetente es creerse ser incompetente.
-Pensamiento polarizado. El pensamiento polarizado consiste en valorar los acontecimientos de forma extrema, sin tener en cuenta los aspectos intermedios.

Disonancia cognitiva
La Teoría de La Disonancia Cognitiva fue desarrollada por el psicólogo Festinger en 1957 y puede definirse como la incomodidad, tensión o ansiedad que experimentan los individuos cuando sus creencias o actitudes entran en conflicto con lo que hacen. Es decir, el individuo se autoengaña aceptando la mentira como verdad. Esta distinción entre lo que se piensa (robar está mal) y lo que se hace (he robado un juguete en la tienda) puede volver loco al disonante. Los niños abusados a menudo excusan a la madre abusiva con el fin de liberar la ansiedad que sienten debido a la disonancia cognitiva, todo para que pueda permanece la relación con la madre. Por lo tanto, a menudo hacen la vista gorda ante el abuso, niegan lo que creen que podría ser la verdad, se convencen de que todo está en su cabeza y toman la decisión de creer que su madre abusiva realmente las ama.

Trastorno por estrés post traumático
Características:
-Flashbacks emocionales
Cuando las víctimas experimentan un flashback emocional, su subconsciente, que no entiende de tiempo, retrocede a una situación emocional de su infancia y les hace revivir esa escena en su cerebro como si no hubiese pasado el tiempo. Se sienten exactamente igual que en su infancia, en peligro e indefensas. La internalización del abuso y el posterior recordatorio “inconsciente” de lo vivido, no nos permite avanzar.
-Crítica interna
Esa crítica es en realidad la voz del abusador, que está tan internalizada que se ha vuelto propia. Esta autocrítica hace que se sea exigente, cruel consigo mismo y a veces con los demás. Con los flashbacks y los diálogos internos se produce un estado emocional en el que predominan la ansiedad, la culpa, la ira, la rabia, la hostilidad, a veces la vergüenza, y con mucha frecuencia la tristeza e incluso la depresión.
-Vergüenza tóxica
Una persona que sufre de vergüenza tóxica experimenta un sentido crónico de inutilidad, baja autoestima y odio a sí misma, todo conectado a la creencia de que se es innatamente defectuoso/a o malo/a. Esta vergüenza por ser quienes somos, a veces nos lleva a crear un falso Yo, normalmente opuesto al verdadero y al cual nos volvemos adictos.
-Pérdida de identidad
Cuando se es abusado psicológicamente se pierde el sentido del yo, los objetivos de la vida y las ambiciones. Uno de los principales propósitos de formar una identidad es establecer un sentido positivo de sí mismo. Los individuos con un sano sentido de sí mismos mantienen relaciones positivas, tienen un sentido de autonomía y confianza, toman la iniciativa y confían en que las cosas funcionarán bien. Las identidades se construyen en parte a través de la exploración y las experiencias. Los adolescentes exploran diferentes roles y miden las reacciones de los demás a sus experiencias, apariencia o diferentes formas de actuar o hablar. Los padres saludables favorecen en los adolescentes el sentido de autonomía, la capacidad de establecer y alcanzar metas, la confianza para buscar oportunidades y para ser respetados, iniciativa y la capacidad de acercarse a las personas que pueden beneficiarlos.

Ansiedad
La ansiedad nace por un desequilibrio entre lo que somos (forzadas a serlo por el abusador) y lo que realmente queremos o deberíamos ser. Los síntomas de la ansiedad más comunes entre las víctimas del abuso narcisista son: 
-Pensamientos temerosos. 
Estos pensamientos temerosos hacen que dejemos de hacer muchas cosas del día a día, pudiendo incapacitarnos gravemente. Vivimos con miedo y el miedo es muy limitante. ¿Cuántas cosas has dejado de hacer en tu vida por miedo? 
-Problemas con la alimentación
A menudo la ansiedad hace que las personas pierdan el apetito. Esto puede generar otros problemas tales como disminución en el nivel de energía, pérdida de peso, fatigarse fácilmente, y también problemas digestivos como náuseas y dolores de estómago. Uno de los problemas alimenticios comunes entre las personas que han sido maltratadas es la bulimia, que surge por la falta de afecto de un progenitor.
-Síntomas físicos
Síntomas físicos relacionados con la respiración incluyen dificultad para respirar, hiperventilación, asfixia u opresión en el pecho. Síntomas físicos relacionados con el corazón incluyen aumento del ritmo cardíaco, palpitaciones y dolor en el pecho. Otros síntomas físicos incluyen sudoración, temblores, hormigueo en los dedos de los pies y los dedos de las manos, y a veces del cuero cabelludo, manos frías y sudorosas, dolor de estómago, dolor de cabeza, debilidad, y sequedad de boca. 
-Síntomas emocionales 
Tener altos niveles de ansiedad puede hacer que la gente esté de muy mal humor. También puede causar estrés e irritabilidad. Además, las personas pueden mostrar signos de retraimiento a causa de la ansiedad, preocupación constante así como estar distraído, comerse las uñas, llorar, consumo de alcohol o abusar del uso de pastillas para dormir, o evitar el contacto visual. 
-De conducta
Estado de alerta e hipervigilancia, bloqueos, torpeza o dificultad para actuar, impulsividad, inquietud motora, dificultad para estarse quieto y en reposo. Estos síntomas vienen acompañados de cambios en la expresividad corporal y el lenguaje corporal como posturas cerradas, rigidez, movimientos torpes de manos y brazos, tensión de las mandíbulas, cambios en la voz, expresión facial de asombro, duda o crispación, etc. 
-Intelectuales o cognitivos
Dificultades de atención, concentración y memoria, aumento de los despistes y descuidos, preocupación excesiva, expectativas negativas, pensamientos distorsionados, incremento de las dudas y sensación de confusión, tendencia a recordar sobretodo cosas desagradables por encima de las agradables, sobrevalorar pequeños detalles desfavorables, etc. 
-Sociales
Irritabilidad, ensimismamiento, dificultades para iniciar o seguir una conversación, bloquearse o quedarse en blanco a la hora de preguntar o responder, dificultades para expresar las propias opiniones o hacer valer los propios derechos y temor excesivo a posibles conflictos.

Ansiedad social
La persona con ansiedad social presenta un miedo irracional a ser evaluado por los otros de manera negativa, crítica, de no ser aceptado, y al mismo tiempo la inseguridad de su conducta le hacer pensar que en las relaciones interpersonales puede manejarse de forma ridícula. Se caracteriza por, creer ser diferente a los demás o “no encajar” y tener miedo a la exposición social

Incapacidad de sentir placer. Anhedonia
A la incapacidad para disfrutar de las cosas agradables, sentir placer, así como la pérdida del interés por las cosas se le llama Anhedonia. Las personas que experimentan anhedonia presentan una sensación profunda de apatía y desgana. Es un síntoma central del trastorno depresivo mayor. Padecen de anhedonia personas con enfermedades como la esquizofrenia y los adictos a las drogas durante la abstinencia de las mismas. Pero la situación más frecuente es la anhedonia que se da en la depresión. Hay dos tipos principales de anhedonia: la anhedonia social (que es falta de interés por el contacto social y la falta de placer en las situaciones sociales), y la anhedonia física (que es la incapacidad de sentir placeres táctiles tales como comer, tocar, o el sexo).  Los síntomas característicos de la anhedonia son:
-Pérdida de interés por todas o casi todas las actividades del día a día. 
-Pérdida o aumento significativo de peso. 
-Cambio en los patrones de sueño: insomnio o exceso de sueño. 
-Sensaciones físicas como inquietud, agitación o una sensación de “enlentecimiento”. 
-Fatiga o pérdida de energía casi a diario. 
-Sentimientos de inutilidad o culpa sin fundamento. 
-Incapacidad para concentrarse, dificultad para pensar y tomar decisiones. 
-Pensamientos repetidos de muerte o suicidio. 
-Retiro social y dificultades de adaptación a las distintas situaciones sociales. 
-Sentimientos negativos hacia uno mismo y los demás. 
-Reducción de la expresión emocional, incluyendo el tener menos expresiones verbales y no verbales. 
-Tendencia a mostrar emociones falsas, pretendiendo mostrar felicidad cuando no se siente. 
-Pérdida de la líbido sexual o la falta de interés en la intimidad física. 
-Problemas físicos persistentes o trastornos psicosomáticos.

Indefensión aprendida
Es un tecnicismo desarrollado por el psicólogo Martin Seligman en 1967, que se refiere a la condición de un ser humano o animal que ha “aprendido” a comportarse pasivamente, con la sensación subjetiva de no poder hacer nada y que no responde, a pesar de que existen oportunidades reales de cambiar la situación aversiva. No tienen ganas de luchar por nada. Las víctimas de los abusos narcisistas sufren la indefensión aprendida al dejar de rebelarse porque piensan que no merece la pena, ya que vendrá de nuevo el abusador y les dará más fuerte. Esta indefensión aprendida lleva a sentirse tristes, abandonados y deprimidos.
Cuando alguien cae en la indefensión, manifiesta tres déficits: 
-El motivacional. Comienza a mostrar un retraso en la iniciación de respuesta voluntarias hasta que poco a poco deja de haberlas. 
-El emocional. Comienzan a existir una serie de desórdenes conductuales, siendo los más habituales los estados de ansiedad y la depresión. 
-El cognitivo. La víctima es incapaz de ver soluciones al problema que le atormenta.

Amnesia Perversa
La amnesia perversa es un mecanismo de defensa del cerebro a través del cual tendemos a recordar solamente las cosas buenas, eludiendo el sufrimiento, el castigo y el dolor del abuso recibido. Este borrar lo malo hace que a las víctimas les cueste tanto dejar a su abusador.

Autosabotaje
El autosabotaje comprende todas aquellas acciones que realizamos para entorpecer o anular nuestros objetivos. Los comportamientos de autosabotaje más comunes incluyen los siguientes: 
-Procrastinación (que es la acción o hábito de retrasar actividades o situaciones que deben atenderse, sustituyéndolas por otras situaciones más irrelevantes o agradables por miedo a afrontarlas y/o pereza a realizarlas) 
-Automedicación con drogas o alcohol. 
-Abuso de alimentos. 
-Distintas formas de autolesión. 
-Hacer cosas perjudiciales para uno emocional o físicamente.
Estos comportamientos nos son útiles en el momento porque de alguna manera nos alejan del problema, nos reconfortan y nos mantienen en nuestra zona de confort. El autosabotaje es muy común entre los supervivientes del abuso narcisista. La mayoría de autosabotajes so inconscientes. Se desarrolla cuando:
-Obstaculizas tu éxito. Estás en el umbral de lograr algo cuando te rindes, por ejemplo si estás a punto de irte de vacaciones y olvidas el pasaporte, pierdes la voz ante una reunión importante, etc. Tu emprendimiento está a punto de empezar a funcionar, y a ti te entra el miedo y no lo terminas. Te atormentas pensando que nunca puedes terminar nada. Pero en realidad tú lo paralizas. Te asusta triunfar. 
-No satisfaces tus necesidades. Cuando necesitas algo eres incapaz de pedirlo. Si algo te molesta no puedes o quieres decirlo. 
-Actuas de manera perjudicial para ti. Haces cosas que son fundamentalmente insalubres para tu cuerpo, tanto física como emocionalmente. Consumir algo reconfortante como chocolate o alcohol u otras sustancias tóxicas sabes que no es bueno para ti, pero te reconforta en el momento y lo haces. 
-Enfermas. Te sientes apático, con pocas ganas de salir con amigos a un concierto o un evento especial por ejemplo o te enfermas antes de ir a la boda de tu amiga. 
-Mantenienes relaciones con personas que no te convienen como una amiga que siempre se sale con la suya y te hace sentir mal. 
-Te comparas con los demás diciéndote “Soy la más lenta de la clase” y ni tan siquiera intentas terminar la carrera.

Alexitimia
Sufres alexitimia cuando no tienes palabras para expresar los afectos. Las características de la alexitimia son la dificultad para identificar y comunicar sentimientos. Los rasgos esenciales de la persona que padece alexitimia son: 
-Pensamiento simbólico reducido o ausente. El sujeto no puede expresar sus sentimientos, tensiones, deseos o emociones. 
-Limitada capacidad para fantasear. La persona no encuentra la forma de representar sus deseos o simbolizar sus tensiones. 
-Dificultad para expresar sus propios sentimientos con palabras. El sujeto no tiene mucha conciencia de su realidad psíquica, no puede diferenciar sentimientos o estados emocionales. Como es incapaz de verbalizar, expresa sus demandas en términos físicos. 
Los rasgos accesorios de la persona que tiene alexitimia son: 
-Es conformista, se sobreadapta a lo que otros determinan o consideran. 
-Tiende al aislamiento o a relaciones de dependencia. 
-Es impulsivo porque no elabora previamente sus expresiones. 
-Se resiste a la psicoterapia tradicional porque le cuesta realizar una introspección e identificar sus conflictos por la incapacidad de simbolizar.
-La alexitimia puede causar úlceras, dolores musculares, cansancio extremo y hasta adicciones y trastornos de la alimentación.

¿Por qué caes en manos de personas tóxicas? 
Eres una persona dependiente, necesitas llenar tu vacío emocional a través de otros. Esto puede predisponerte a relaciones abusivas (tanto de pareja como de amistad) o consentir a personas narcisistas y dominantes en tu vida, porque parecen “más seguras” de sí mismas y parecen “conocerte mejor” que tú misma. Tu dependencia atrae a parejas sexuales narcisistas porque se sienten poderosos y tú estás acostumbrado/a a la manipulación y el control. Cuando te rebelas, tu indignación y rabia son su arma. Estás sordo/a ante el abuso verbal. Confundes la pasión con el juego y la manipulación.
Las mujeres que aman a los psicópatas tienden a ser muy confiadas y leales. Al comienzo, el psicópata utiliza sus mejores habilidades de comunicación y seducción; normalmente es respetuoso y coopera para que se solucionen los problemas dentro de la pareja. El psicópata actúa así porque está atrapándote en su tela de araña. Una vez que se siente seguro de que estás atrapado/a, su máscara se desvanece y entonces es cuando su dicotomía (esa doble personalidad característica de los psicópatas/narcisistas) aparece. Y encima ratifica tu no valía que tantas veces oíste decir a tu madre o padre. Es por esto que la víctima de un narcisista o psicópata busca a otro narcisista si se despega del anterior, ya que necesita de su droga para vivir.

Culpa
La culpa que no proviene del verdadero mal hacer proviene de la manipulación de tu conciencia. La culpa es una herramienta implantada en la psique de la víctima al principio de su vida para darle a su tóxico una forma de controlarle. Parece que el hecho de haber nacido hace que esté en deuda con su madre o padre por el resto de sus días. En ese estado, la víctima está atrapada, como entre dos fuerzas, que cada una tira para un lado: una es su sentido de obligación con su madre o padre (la culpa), frente a la otra, su anhelo por la libertad de trazar su propia vida. 

Depresión
Los trastornos depresivos pueden estar, en mayor o menor grado, acompañados de ansiedad. La depresión es una respuesta del cerebro al ambiente hostil y a los abusos con los que las víctimas crecen. Es un esfuerzo de la mente de la víctima por adaptarse a la dura vida que soporta. Algunos de los síntomas a los que tienes que estar alerta para saber si padeces depresión son: 
-Pensamientos de que la vida no vale la pena vivirla.
-Sentimientos de autodesprecio y falta de valor que provocan culpa y tristeza. 
-Falta de concentración, incluso para las tareas más básicas. 
-Insomnio que provoca fatiga o dormir demasiado por el excesivo cansancio. 
-Fatiga constante. 
-Irritabilidad con otros o ira extrema. 
-Pérdida del apetito o atracones de comida que lleva a un aumento o pérdida de peso. 
-Problemas físicos como dolores de cabeza, dolor de estómago u otros problemas de dolor crónico. 
-Apatía, falta de ganas por hacer cosas.

Trastornos alimenticios
Generalmente las hijas de madres tóxicas crecen con falta de afecto y un gran vacío emocional, y a veces es frecuente que cubran ese vacío con la comida. Engullir todo de golpe tapa su tristeza, su vacío. El vacío emocional es cubierto de golpe, como una fuerte ráfaga de viento. Y el vómito vuelve a traer todo nuestro dolor y vacío. La bulimia es una enfermedad compulsiva. Se come en exceso para cubrir la falta de amor y afecto. Cuando se sufre esta enfermedad, se utilizan diferentes medios para intentar compensar los atracones como la provocación del vómito, el uso excesivo de laxantes o de diuréticos, el ayuno o el ejercicio físico muy intenso. Recuerda que alimento físico es igual a alimento emocional. Es cierto que mientras comes y vomitas consigues que no exista nada en tu mente. Pero no puedes estar así veinticuatro horas al día. 

Preocupación por repetir patrones tóxicos de nuestros progenitores
Cuando nos convertimos en padres o madres es cuando vemos más claro lo que ha pasado en nuestras vidas. Vemos lo que nos hizo nuestra propia madre tóxica y nos preocupa que con nuestras acciones, copiadas de lo que hemos aprendido, perjudiquemos a nuestros hijos. Seguro que muchas veces te “pillas” a ti mismo/a repitiendo lo que tu madre decía o hacía. Y te vienes abajo porque te sientes “malo/a” como ella. Tranquilo/a. El simple hecho de que te preocupe y te hagas la pregunta de si también eres tóxico/a como tu madre prácticamente prueba que no lo eres. Tienes conciencia moral y te preocupa hacer daño a los demás. A pesar de esto, es normal que muestres rasgos narcisistas, ya que es lo que has aprendido desde pequeño/a habiendo sido criado/a por una madre tóxica. Te ves como una persona complaciente (algo normal ya que te viene de años de entrenamiento en el trabajo de mantener a tu madre apaciguada. Has sido entrenado/a para satisfacer las necesidades de tu madre o de tu abusador, ya que cuando no lo hacías recibías un castigo. Siempre atiendes las necesidades de los demás antes que las tuyas. También evitas el conflicto, te culpabilizas de atender tus necesidades, dudas de tus propios sentimientos, eres perfeccionista, tienes baja autoestima y dependes de la validación externa para sentirte lo suficientemente bueno/a. Esto no sería un problema si no generases que los demás se puedan aprovechar de ti. Además, el no atender a tus sentimientos y necesidades te crea ira y frustración. 

Hiperfrenia o Hipervigilancia
La hiperfrenia es un trastorno cuantitativo de la estructura de la conciencia en el que existe un nivel aumentado de la atención y de la alerta, junto con una exaltación de la esfera sensorial, motórica, cognitiva y afectiva. Un estado de hiperfrenia o hipervigilancia es una respuesta natural a una situación de amenaza peligrosa como la que viven las víctimas narcisistas. Han tenido que vivir siempre pendientes de qué humor estaba el abusador y de si iba a sacar su ira contra ellas. Algunos síntomas de la hipervigilancia son:
-Cuesta concentrarse. 
-Tienes dificultad para quedarse dormido/a. 
-La ira y el enfado salen con facilidad. 
-Te sobresaltas con mucha facilidad. 
-Vives en “guardia” por si hay peligros. 
-Sobrerreaccionas ante los ruidos y las muchedumbres. 
-Una necesidad excesiva de orden. 
-Una necesidad excesiva de hacerlo todo perfecto. 
-Aumento de frecuencia cardíaca. 
-Debido al alto nivel de energía al que te “sometes” es posible que pueda surgir debilidad, disminución del sistema inmune o incluso problemas orgánicos como por ejemplo cardíacos, respiratorios, endocrinos o musculares. 
-Diferentes tipos de fobias. 
-Irritabilidad. 
-Aumento de la presión arterial. 
-Fluctuación de estados de ánimo. 
-Ataques de pánico. 

Codependencia
La codependencia consiste en depender de alguien externo para llenar los vacíos afectivos con los que parchea momentáneamente las carencias afectivas. El codependiente suele olvidarse de sí mismo para centrarse en los problemas del otro. La persona codependiente, al preocuparse por el otro, olvida sus propias necesidades y cuando la otra persona no responde como el codependiente espera, éste se frustra y se deprime. Algunas investigaciones revelaron que para ser codependiente no era necesario haberse relacionado con otros dependientes en la niñez o en la madurez. Era suficiente crecer en un ambiente familiar en el cual estuviera presente un cuidador abusivo. La codependencia es un comportamiento aprendido que puede transmitirse de una generación a otra.
Al crecer, los adultos codependientes siguen utilizando los mismos comportamientos para sentirse aceptados, queridos o importantes. La American National Council of Codependence dice que codependencia es un comportamiento aprendido, expresado por dependencia de personas y cosas fuera de sí mismo, y que esas dependencias incluyen negligencia y disminución de la identidad propia de uno mismo. El falso yo interior que emerge es frecuentemente expresado a través de hábitos compulsivos, adicciones, y otros desórdenes, que además incrementan la alienación de la identidad verdadera, adoptando una sensación de vergüenza. Las características principales de las personas codependientes son: 
-Baja autoestima
-Inseguridad
-Necesidad constante de afecto y por ello se equivoca a menudo en la elección 
-Necesidad de agradar siempre a los demás
-Incapacidad para establecer unos límites saludables
-Dificultad para asumir adecuadamente la propia realidad
-Dificultad para afrontar de un modo interdependiente las propias necesidades y deseos como adulto ya que le cuesta cuidar de sí mismo/a

Crees estar loco/a
Las víctimas de abuso narcisista suelen aparecer inseguras de sí mismas, buscando constantemente la aclaración de que no han cometido un error o entendido mal algo. Frases como eres demasiado sensible, estás imaginando cosas, estás histérico/a, eres completamente irrazonable, estás sobre reaccionando como siempre haces, te hablaré cuando te hayas calmado o no seas tan irracional, las has oído siempre por parte del abusador, acusándote a ti, la víctima, incluso de neurótico/a o psicótico/a. La víctima está cuerda, es el abusador que en lugar de transmitirle fuerza, valor, confianza, etc., en
sí mismo/a, ha jugado con su mente para que se sienta aturdida, hasta el punto de dudar de su propia cordura.

Soledad y miedo a tener relaciones
Es la víctima la que interrumpe o no permite el contacto con los otros. Estar sola le da cierta sensación de seguridad. Además se ahorra el riesgo de una relación por miedo a no ser aceptada, a no gustar o ser rechazado. Si la madre o el padre le ha traicionado, ¿por qué va a confiar en extraños?

Enfermedades como fibromialgia u otras enfermedades físicas
El estrés al que ha sido sometida la víctima por los abusos continuos de su abusador han hecho que su corazón y también su cuerpo lloren. En términos médicos, somatiza lo sufrido. Según expertos, la somatización, se debe a la ansiedad ocasionada por estrés o problemas emocionales. El maltrato físico, sexual y psíquico (abandono, rechazo, desprecio, negligencia, objetualización...) en la infancia son los más frecuentes antecedentes de la presencia de ansiedad, vulnerabilidad al estrés, somatizaciones y síndromes de dolor crónico en la edad adulta. Diversos estudios han demostrado cómo la violencia a menores, el bullying o el maltrato físico y psicológico, son un desencadenante para padecer esta enfermedad llamada fibromialgia. Estos abusos sufridos en las dos primeras décadas de nuestras vidas modifican nuestro cerebro, terminando en trastornos psiquiátricos como la depresión, así como altos niveles de impulsividad, agresividad, ansiedad, abuso de sustancias tóxicas más frecuente y suicidio. Luego es fácil deducir que el estrés sufrido en nuestra infancia, e incluso en la edad adulta, baja las defensas de nuestro organismo, lo que facilita que padezcamos enfermedades físicas.

Confluencia
Se suele estar siempre de acuerdo con el otro y no se reconocen las fronteras que le separan de los demás, por lo que la víctima tiende a no identificar cuáles son sus conductas. Cuando el abusador ha invalidado emocionalmente a la víctima con las diferentes técnicas que has visto anteriormente, se siente unida a él. Espera que decida por ella, no hace nada sin su aprobación. Ha perdido el sentido de sí misma. Ha perdido la capacidad de ver y percibir sus necesidades y se dedica a satisfacer las necesidades del narcisista y de los demás. No sabe bien quién es. No puede conectar consigo mismo/a.

Compartimentalización
La compartimentalización es el proceso mental de mantener las cosas separadas para evitar sentimientos desagradables. Es un mecanismo de defensa psicológica inconsciente que nuestras mentes utilizan para lidiar con puntos de vista internos conflictivos.
La compartimentalización es algo habitual entre las personas con adicciones. La persona que lucha contra la adicción generalmente tiene una gran evidencia de cómo el alcohol o las drogas están dañando su vida. Sin embargo, seguirá considerando estas sustancias como soluciones a sus problemas, en lugar de la causa. Estas dos creencias están en contradicción directa, y el deseo de aliviar la tensión mental les lleva a culpar de sus problemas a otros factores no relacionados con el abuso de sustancias.

Miedo
El abusador, para mantener controlada a su víctima, le hace vivir con miedo y culpa. Cuanto más experimente el miedo, más sensibilizada estará ante un posible peligro (es por eso que una sombra que se mueve puede desconcertarle después de ver una película de terror). La reacción habitual al miedo es la hipervigilancia. El miedo limita a la víctima, la paraliza.

Revictimización
Sigmund Freud propuso que la revictimización podría explicarse por su teoría de la COMPETENCIA DE REPETICIÓN, según la cual los individuos son conducidos inconscientemente a “reconstruir” las experiencias traumáticas pasadas en un intento de “dominarse” sobre ellas. La revictimización, victimización secundaria o doble victimización es el daño que sufre la víctima derivado de la relación que se establece entre ella y el resto de operadores sociales intervinientes en su proceso de recuperación. Cuando la sociedad, por no entenderla, la juzga, la convierte en víctima de nuevo. Lo peor viene cuando la sociedad defiende al verdugo y no a la víctima, reabriendo así todas sus heridas.

Co-narcisismo: cómo nos adaptamos al narcisista
Alan Rappaport comenta: “Las personas co-narcisistas, como resultado de sus intentos de llevarse bien con sus padres narcisistas, trabajan arduamente para complacer a los demás, se remiten a las opiniones de los demás, se preocupan de cómo piensan y sienten los demás sobre ellos, a menudo están deprimidos o ansiosos, les resulta difícil conocer sus propios puntos de vista y experiencia, y asumir la culpa de los problemas interpersonales.” 
En cada relación narcisista nos encontramos a un narcisista (abusador) y a un co-narcisista (víctima). Co-narcisista se refiere a la persona que “se adapta” para sobrevivir en una relación narcisista. En la edad adulta, el narcisista y el co-narcisista a menudo se atraen entre sí, porque inconscientemente esa dinámica les resulta familiar a ambos.
La diferencia entre co-dependiente y co-narcisista consiste en que los individuos co-dependientes tienen comportamientos sumisos para mantener felices a aquellos a quienes aman porque temen estar solos en el mundo, mientras que en el co-narcisistas sus conductas sumisas se dan para acomodar y soportar los comportamientos rígidos y abusivos del narcisista patológico para sobrevivir. Solo siendo pasiva y agradable, la víctima puede permanecer segura mientras se encuentra en esta relación peligrosa.

Los efectos del abuso en tu cerebro
El abuso narcisista puede llegar a dejar un daño cerebral casi irreparable. Según estudios recientes como “The Biological Effects of Childhood Trauma” de Michael D. De Bellis, los neurocientíficos han descubierto que el abuso narcisista a largo plazo puede llevar a un daño cerebral físico real. Puede hacer que las víctimas desarrollen tanto un trastorno de estrés post traumático como disonancia cognitiva, distorsión cognitiva o ansiedad. Es el llamado Síndrome de la Víctima Narcisista. Cuando se sufre un abuso emocional constante, las víctimas experimentan una reducción del hipocampo y una inflamación de la amígdala, así como la inhibición del córtex prefrontal. Una de las funciones más importantes de las que es responsable el hipocampo es nuestra memoria a corto plazo, que es el primer paso para el aprendizaje. El hipocampo es crucial para aprender y desarrollar recuerdos. En un estudio de la Universidad de Stanford y la Universidad de Nueva Orleans liderado por Allan Reis, se encontró que había una correlación directa entre los niveles altos de cortisol (una hormona causada por el estrés) y la disminución del volumen en el hipocampo: mientras más estresadas estaban las personas, más pequeño se volvía su hipocampo. 
La amígdala se conoce como el cerebro reptil, porque controla nuestras emociones y funciones primordiales, incluyendo la lujuria, el miedo, el odio, así como la frecuencia cardíaca y la respiración. Las personas narcisistas mantienen a sus víctimas en un estado donde su amígdala está constantemente en alerta. Mucho después de que la víctima haya escapado de la relación destructiva, continuará viviendo con síntomas de trastorno de estrés post traumático, aumento de fobias y ataques de pánico, debido a un agrandamiento de la amígdala, que se ha acostumbrado a vivir en un estado de miedo e hipervigilancia. 
El trauma hace que nuestro córtex prefrontal se inhiba, lo que puede afectar a nuestra capacidad para regular nuestras respuestas emocionales, así como planificar, enfocar y organizar. El córtex prefrontal se trata de un área cerebral de gran tamaño con una gran importancia a la hora de explicar el control conductual, la personalidad e incluso las capacidades cognitivas. Su inhibición (lo que ocurre al sufrir abusos) puede generar la pérdida de expresión emocional (especialmente a nivel facial), déficit en el control de los impulsos, desinhibición, cambios de personalidad, conducta antisocial, hipersexualidad, fallos graves en planificación y capacidad de juicio y aplazamiento de recompensas. También ocasiona pensamiento aplanado, enlentecido y con poca capacidad creativa. Con un córtex frontal más pequeño nuestra capacidad de cómo enfrentarnos a una determinada situación empeora. 
Según el prestigioso autor de bestsellers, psicólogo e investigador Rick Hanson, las personas, y sobre todo los niños, que han sufrido abusos tienen una amígdala y un hipocampo más pequeños. El sr. Hanson nos confirma que los efectos del abuso se pueden revertir aumentando los índices de serotonina en nuestros cerebros. La serotonina es un neurotransmisor muy relacionado con el control de las emociones y el estado de ánimo, aunque cumple también otro tipo de funciones como:
-Regular el apetito causando la sensación de saciedad.
-Controlar la temperatura corporal.
-Regular el apetito sexual.
-Controlar la actividad motora, la percepción y la función cognitiva.
-Junto a otros neurotransmisores -dopamina y noradrenalina- paricipa en los mecanismos que rigen la ansiedad, el miedo, la angustia y la agresividad.
-Regular la secreción de algunas hormonas, como es el caso de la melatonina, una proteína entre cuyas muchas funciones está la de regular los ritmos circadianos y el sueño.
-Desempeñar un papel importante en la formación y el mantenimiento de la estructura ósea.
-Está implicada en el funcionamiento del sistema vascular.
-Inducir la división celular.
A la serotonina también se la conoce como la hormona de la felicidad, ya que cuando aumentan sus niveles en los circuitos neuronales genera sensaciones de bienestar, relajación, satisfacción y aumenta la concentración y la autoestima. En este sentido, es necesario tener en cuenta que para producir la serotonina el organismo necesita una sustancia llamada triptófano, que no puede producir por sí mismo, sino que debe obtenerlo a partir de los alimentos que se ingieren como los huevos, la pasta, el arroz, lácteos, cereales, pollo, pavo, plátanos y leguminosas entre otros.

Dirigido a las víctimas 
Primer paso. Poner distancia
Una vez que eres consciente de que la persona narcisista te hace daño, el primer paso es poner distancia física de por medio, el llamado contacto cero. Una vez en la distancia y superado el duelo, cuando aceptamos lo vivido y todas las heridas que acarreamos, como el síndrome de la víctima narcisista, tenemos que trabajar por una reestructuración cognitiva que modifique la química en nuestro cerebro. A esto, como verás, es bueno apoyarlo con todo lo que contribuya a mantenerte positivo/a y subir tu serotonina y adrenalina. No será fácil, ya que el vínculo bioquímico es muy fuerte. Aunque te parezca mentira, es más difícil dejar una relación abusiva que una sana, porque nos volvemos adictos a las subidas y bajadas de una relación destructiva. Incluso después de la separación, el estado emocional sube y baja, como cuando mantenías relación con tu abusador. El narcisista te da y te quita, como has visto en la explicación del vínculo traumático. Te mantiene en una montaña rusa de emociones y su ocasional afecto termina siendo como droga para tu cerebro. Por ejemplo, las experiencias positivas narcisistas como comprarte cosas, atención exagerada, adulación y regalos produce dopamina. La dopamina se ha activado en ti cada vez que tu abusador te ha premiado y mimado. La dopamina hace que vincules a tu abusador con gratificaciones, creando circuitos de recompensa en ti. Cada vez que te portas bien (o como él quiere) obtienes un premio. No rompes la relación porque tu cerebro espera el premio para obtener su dosis de dopamina. La dopamina es el neurotransmisor responsable de la adicción a la cocaína, y también el responsable de la adicción a las relaciones peligrosas. De acuerdo con Harvard Health, tanto las drogas como los recuerdos intensos y placenteros activan la dopamina y crean circuitos de recompensa en el cerebro, que esencialmente le dicen al cerebro que “vuelva a hacerlo”. Dado que la dopamina también se libera cuando tenemos recuerdos placenteros, soñar despierto y recordar constantemente momentos buenos con tu abusador la libera.
Otra hormona responsable de tu adicción es la oxitocina. Es la llamada hormona del “amor” y “el vínculo”. Esta es la misma hormona que une a la madre y al niño al nacer. También afecta el cortisol y la adrenalina. El abusador hace que con su comportamiento de hoy te doy mucho y mañana nada, nuestros niveles de cortisol y adrenalina (que regulan nuestras reacciones ante situaciones estresantes) se disparen. Según Christopher Bergland, la oxitocina, la adrenalina y el cortisol trabajan juntos para consolidar los recuerdos basados en el miedo. La imprevisibilidad, el miedo y la ansiedad que se dan en una relación con una persona narcisista liberan adrenalina, que tiene un efecto antidepresivo. El miedo también libera dopamina, que alimenta los circuitos de recompensa en nuestro cerebro, dejándonos añorando esa descarga de adrenalina.
Dado que la serotonina regula y estabiliza el estado de ánimo, frenando el pensamiento obsesivo, puedes imaginarte cómo niveles bajos de serotonina pueden hacer que tu capacidad de juicio no sea la adecuada cuando te encuentras en una relación con una madre o padre narcisista.

Procesando la verdad
Lo primero es querer salir del abuso. Si quieres salir, puedes salir. En mi artículo Un método revolucionario para influir y persuadir de Robert B. Cialdini se comenta cómo las grandes empresas motivan a sus empleados para conseguir lo que desean. Puedes echarle un vistazo. Recuerda, sólo necesitas querer, porque el poder para hacerlo reside en ti. También debes recordarte que nada de lo ocurrido ha sido culpa tuya, sino de las miserias no solucionadas de tu abusador.

Procesa todos los sentimientos contradictorios
No te tortures, tu abusador te ha educado para que reprimas tus sentimientos y cada vez que has intentado respirar él te ha vuelto a ahogar. Saca esos sentimientos ocultos y asimilalos. En la asimilación vas a pasar por diferentes fases: negación, ira, depresión y aceptación. No te sientas mal por pasar de una a otra constantemente. Es normal.

Etapas del duelo
-Negación. Cuando confirmas que no eres tú el que tiene un problema, sientes un gran alivio. Pero a su vez no te lo quieres creer. Intentas justificar a tu abusador, rescatar cualquier migaja de amor que te haya dado. Si consigues hablar del abuso abiertamente con otras personas, estarás muy cerca de encontrar a tu yo de verdad.
-Ira. Sientes ira hacia tu abusador porque aunque ahora sepas por qué ha abusado de ti, no te cabe en la cabeza por qué no paró el círculo del abuso al igual que estás tú haciendo ahora. ¿Por qué fue tan cobarde de no afrontar sus propias miserias y prefirió ocultarlas destrozándote a ti? También la ira es contra ti mismo por permitir dicho abuso aunque fueras joven. Deja que salga toda esa ira acumulada durante tanto tiempo. Llora si has de hacerlo. Si estás trabajando en tu cura pero sigues viviendo con tu abusador o teniendo relación con él, por favor, procura no sacar la ira con él. Tu ira le hace ver que te importa y alimenta su narcisismo. Lo mejor es la indiferencia. No compartas en ningún momento con él el proceso en el que te has embarcado. Lo utilizará en tu contra y tratará primero de “aspirarte” mostrándose bueno/a para llevarte de vuelta bajo “sus alas”, y si no lo consigue, entonces comenzará la campaña de desprestigio hacia ti.
-Depresión. Lo que sientes no es depresión, es tristeza, cansancio psíquico, un llorar de tu alma. Déjala que llore, que salgan sus sentimientos de dolor. Para que el amor entre, para que te quieras, primero debes eliminar todo el dolor que sientes. 
-Aceptación. No te preocupes por cuánto tiempo te lleva aceptar lo que te ha hecho tu abusador, no hay prisa. Tu prioridad debe ser curarte. Las prisas siempre son malas consejeras. Debes también aceptar que tu abusador no va a cambiar, aunque te lo repita una y otra vez. Se trata de él o tú y como él no va a cambiar, debes hacerlo tú. Cuando consigas aceptar que tu abusador te ha abusado conscientemente y que no va a cambiar, tus heridas y tus respuestas a esas heridas (esos rasgos tóxicos que has usado para protegerte de la vergüenza de tu dolor), entonces conseguirás parar la herencia del amor deformado abusivo.

Contacto Cero
Una vez que aceptas que tu abusador te ha hecho daño y que ello te ha dejado heridas y rasgos narcisistas, el siguiente paso es apartarte de él físicamente. Esto romperá el vínculo traumático con tu abusador. Es normal que te sientas culpable por irte y dejar a tu abusador, un ser querido por ti, pero es necesario. La decisión de iniciar “NO contacto” es una decisión para tu salud y cordura. Es el primer paso hacia tu libertad como persona. Para llevar a cabo el contacto cero se requiere diligencia, compromiso y enfoque. Recuerda que tu abusador te conoce muy bien. Te verá diferente y utilizará su lado bueno para sacarte información. Las reglas a usar son: 
-Planificación. Sé astuto/a, di lo contrario de lo que piensas y vas a hacer. Manténlo contento y no permitas que “lea” tus pensamientos. Estate preparado para afrontar cualquier situación. También prepárate para ver su verdadero yo. Sacará toda su ira. 
-Una vez que cortas el contacto, NO mires atrás. NO recules ni te arrepientas. Piensa que tu salud está en juego.
-NO hables con el abusador, no importa lo que suceda. NO le escuches diga lo que diga. NO vuelvas a su casa.
-NO contestes sus llamadas
-NO permitas que te llegue información sobre él a través de terceros
-Deshazte de tus redes sociales, lo único que debe importarte ahora es tú mismo/a
-NO mantengas contacto con nadie que sospeches que no te es totalmente fiel y pueda ir a tu abusador con tus cosas. 
-NO le hables aunque te lo encuentres en público.
-NO reacciones, o no le muestres tus sentimientos cuando haga algo que te moleste.
-NO permitas ese “no puedes hacer nada solo/a, donde vas a ir sin mi”,.... La única respuesta a eso es, MUY LEJOS. VOY A LLEGAR MUY LEJOS.
-NO te sientas mal por recaer. Cada vez que te separes, tu dependencia será menor. Si recaes, avanzas más rápido hacia tu libertad, porque ya eres consciente de todas sus tácticas de manipulación y del dolor que te causan. La experiencia ayuda. 
-Cuando tengas recuerdos buenos de él, automáticamente sustitúyelos por uno malo para no sentirte culpable 

Libérate de las expectativas de la sociedad. Tienes que estar preparado/a para las miradas de desaprobación de muchas personas.
Corta la relación con cualquier persona con la que tu abusador tenga relación, y ten cuidado porque puede que haya alguna en la que creas que puedes confiar y que te puede dar la espalda. Si tu abusador encuentra a alguna persona a la que manipular para llegar a ti, ten por seguro que lo hará. Conseguirá que te lleguen mensajes para recordarte que te sigue controlando. Los que decidan no apoyarte y juzgar tu decisión, no son merecedores de ti.

Método de la Piedra Gris
Este término fue usado por primera vez en 2012 en un post por la blogger Skylar (apodo que usa para que su abusador no la encuentre). El “método de la piedra gris” consiste, básicamente, en abstenerse de cualquier reacción de tipo emocional que pueda servirle al manipulador de suplemento narcisista. Cualquier forma de atención que le prestes a tu abusador le sirve de combustible para alimentar su ego. Provocar tus reacciones es la motivación que subyace detrás de sus maltratos y manipulaciones. Los pasos para aplicar el método de la piedra gris son:
-Lo primero es ser muy consciente del juego que se trae tu abusador entre manos. Se trata de invitarle a que desista de ti simplemente no dándole lo que quiere.
-Si dejas de darle tus reacciones irá a buscar su suplemento narcisista a otra parte (no son muy inteligentes aunque lo quieran hacer creer).
-Actúa como mero/a observadoro/a.
-No respondas a sus ataques. Él, como todos los psicópatas, es adicto al drama y espera de tí que reacciones. Espera que seas el malo, que le grites, que le cierres la puerta en las narices, etc. Si no reaccionas como lo has hecho hasta ahora en tu vida con él, no sólo va a estar perdido sino que no va a encontrar el suplemento narcisista que necesita.
-Es cuestión de práctica. Te vas a dar cuenta que si tú no reaccionas, el que pasa a tener el control eres tú y el que termina poniéndose en evidencia con una ira desmedida, es tu abusador.

Contacto cero emocional
En la cura de una dependencia emocional, lo de que “el tiempo lo cura todo” no sirve. El contacto cero físico solo no basta. Tu diálogo interno es tu peor enemigo. Tienes que enfrentarte a ti mismo/a, analizarte y ver que Sí eres buena.

Sanar
Trabajarás en tus secuelas para que vayas fortaleciéndote. Si no las sanas no podrás eliminar esas defensas mentales que has creado para protegerte de ellas. Quizá lleves tiempo separado/a de tu abusador y si todavía sigues sintiendo miedo, culpa, rabia, dolores físicos crónicos y otras heridas más es porque nunca has enfrentado las heridas como propias.

Romper el vínculo bioquímico
Las heridas infantiles vuelven. ¿Pero por qué vuelven? Si entiendes porqué lo hacen conseguirás cicatrizarlas. Sólo entendiendo que eres “adicto/a” a esas heridas podrás salir del pozo para siempre. Tu cuerpo necesita más miserias por eso, a pesar de la distancia con tu abusador, sigues rodeada de ellas. 

Adicción emocional. 
Tus neuronas, controlan tu raciocinio, ya que necesitan más sustancias químicas producidas por esas emociones negativas y tienes que reproducirlas para obtenerlas. Si te enfadas a diario, si te frustras, si sufres a diario, vas creando esa relación con otras células nerviosas que forman una identidad y se va formando el hábito o la adicción. El Dr, Dispenza nos explica que la heroína y nuestros químicos emocionales usan los mismos receptores en las células. De esta manera vemos que si podemos ser adictos a la heroína es fácil ser adictos a cualquier emoción. Cuando repetimos una acción constantemente, las células van creando una memoria y es por eso que atraemos situaciones –deseadas o no - a nuestras vidas, para saciar el apetito bioquímico de las células y cubrir esa necesidad química. El adicto siempre necesita un poco más de esta sensación o emoción para alcanzar el estado de euforia o la reacción química que busca. Has ido creando muchos péptidos de miedo, angustia, tristeza, etc. Con la repetición constante del mismo comportamiento, tu cerebro ahora necesita seguir sintiendo esas emociones que tanto se han repetido en tu vida. Tu cuerpo necesita más péptidos de ira, de tristeza y demás. Se ha vuelto adicto a la sustancia química que producen esas emociones. Por ejemplo, todo está fenomenal, estás de vacaciones tomándote algo con tus amigos. De repente, no sabes cómo, te encierras en ti y te vas. Alguien ha dicho algo que tú has sentido como amenazante y te ha hecho sentir el dolor de desaprobación que sentías cuando eras pequeño/a. Tus emociones de miedo y baja estima se han creado porque has pensando que te estaban amenazando. ¿Pero realmente ha sido así, o sólo ha sido tu pensamiento? Lo más probable es que haya sido tu pensamiento nada más, pero ha sido el desencadenante de las emociones negativas iguales a las de tu infancia. Se trata de que confíes que tienes un cerebro con el potencial de lograr muchas cosas, que puede romper los patrones químicos que te traen problemas y reinventar tu forma de pensar y de sentir.

Romper el vínculo químico
La emoción hace que tu cerebro actúe en modo supervivencia, donde el raciocinio no tiene cabida. Incluso cuando la emoción es positiva actúa igual (no es cuestión de emociones positivas o negativas). Otro ejemplo para que lo veas. Si vas al bingo y te toca un premio grande a la primera, tu gran euforia hace que compres otro cartón en cuanto te lo ofrecen. La gran alegría tampoco te deja pensar. La emoción te puede. Por eso, por mucho que practiques un pensamiento positivo y repitas mil veces que eres estupendo/a y que vas a salir de donde estás, no funciona. ¿Por qué? Porque a pesar de que te esfuerces conscientemente por estar positivo/a, las emociones negativas vuelven a ti de manera “inconsciente” por tu adicción a los péptidos de esas emociones, y una vez que la emoción se apodera de tu cuerpo tú no puedes pensar. Cuando un pensamiento negativo entra en la mente, tienes el poder de terminar ese pensamiento, rompiendo la relación a largo plazo y reemplazándola por algo positivo. Así, comenzarás a cablear tu cerebro de diferente manera. Comenzarás a liberar péptidos que tienen un sentimiento eufórico o alegre sobre ellos en lugar de una sensación de tristeza, odio, desesperación o disgusto. La buena noticia es que la química de tu cerebro se puede cambiar. ¿Cómo? comenzando a disminuir esos receptores de emociones que no te sirven. Debes de dejar de alimentarlos con los pensamientos y comportamientos negativos en los que prosperan. Al mismo tiempo, debes comenzar a aumentar los receptores de los péptidos que estimulan los sentimientos y las emociones que deseas en tu vida.

Reestructuración cognitiva: pasos para cambiar tus pensamientos negativos
Los pensamientos negativos causan sufrimiento. Cambia cada pensamiento negativo por uno positivo. Al final te das cuenta que todo se trata de una una conversación contigo mismo/a. La autora comenta que tomar consciencia de cómo se generaban en ella los pensamientos que la destruían y generaban las sensaciones dolorosas de ira, depresión, ansiedad, vacío, etc., fue lo único que ayudó a modificar la estructura de su cerebro y así invertir el proceso químico. Los cinco pasos que te propone y que son una parte muy importante del Método de Recuperación del abuso Narcisista, RAN © son: 
-Reconocer el pensamiento 
-Cuestionar el pensamiento 
-Analizar cómo te sentirías si tu pensamiento no fuera verdad 
-Tómate el tiempo de saber que hubieras sentido con ese pensamiento, ¿hubieras reaccionado de una manera diferente? 
-Invertir tu pensamiento y disfrutar de la nueva emoción

Reconocer e identificar tus pensamientos y emociones
Debes observar cuándo te pones mal, triste, irascible o depresivo/a. Tienes que descubrir cuál es el detonante de tus pensamientos negativos. En tu teléfono apunta o graba cuándo te sientes mal, cómo te sientes, contra quién o qué sientes rabia, miedo o cualquier otra emoción negativa. Expresa todo lo que venga a ti, no trates de quedar bien, nadie te escucha o lee. Se trata de que puedas descubrir cuáles son los disparadores que te hacen sentir lo que tu abusador te hacía sentir y te dejan enganchado/a a esa oscuridad. La práctica es lo que va a hacer que mejores y que cada vez identifiques tus pensamientos de manera más sencilla. Un buen ejercicio para ayudarte a reconocer tus emociones y pensamientos es que antes de acostarte, cuando estás tranquilo/a, repases mentalmente tu día. Eso sí, siempre tu cuaderno o móvil sin redes sociales al lado. El momento de tranquilidad y soledad escógelo tú. 

Pasos para cada vez que identifiques un pensamiento: 
-Preguntarte si ese pensamiento es verdad 
-Piensa cómo te sentirías si ese pensamiento no fuera verdad 
-Cómo te hubieras sentido y reaccionado si ese pensamiento no fuera verdad 
-Invierte tu pensamiento

¿Tu pensamiento es verdad?
Es importante que veas que los pensamientos que te generan algunas situaciones de manera automática, no son verdad, solo así podrás cambiarlos. Para ello, para buscar la verdad, debes razonar cada pensamiento que acude a ti. Pregúntate de manera sincera si los pensamientos que tienes son ciertos y por qué lo son o no lo son. Hazte la pregunta de si tus pensamientos son ciertos por activa y por pasiva y siempre date una respuesta justificada. No dejes que la primera respuesta que viene a tu mente te pueda. Esa es la que tu cuerpo atrae. Respira, se sincero/a contigo y siente la verdad. Cuando experimentas la verdad, tu cuerpo no reacciona mal, al revés, se relaja y se siente bien. Recuerda que se trata de hacer consciente lo inconsciente. Por un momento piensa en cómo te hubieras sentido si frente a una situación de angustia no hubieras sentido congoja. ¿Qué hubieras hecho? ¿Hubieras reaccionado de una forma diferente? Todavía no sé de nadie que sus sensaciones negativas le inviten a salir a hacer deporte. ¿Por qué?, porque el deporte te genera buena química y tu cuerpo necesita química mala porque es adicto a ella. La idea y el pensamiento reforzado de no valgo ha acudido a ti, te has paralizado, te has angustiado y esto ha hecho que a su vez refuerces tus pensamientos negativos de que no vales. ¿Ves en el bucle que te metes tú solo/a? Aprecia cómo las emociones positivas son contagiosas, cómo tu vida se vuelve más fácil generando emociones positivas. Para ayudarte con el cambio de tu cerebro, la autora te propone una serie de actividades que recomienda la neurociencia (la ciencia que trata de desentrañar la manera de cómo la actividad del cerebro se relaciona con la psiquis y los comportamientos). 
-SONRÍE. Aunque no tengas ganas sonríe. Cuando una persona se ríe de verdad en su cerebro se liberan endorfinas. Las endorfinas son neurotransmisores secretados por la glándula pituitaria del cerebro que tienen un efecto de tipo opiáceo similar a la morfina. Por eso las endorfinas se conocen como “opiáceos naturales”. También se libera dopamina, neurotransmisor muy relacionado con los estados de bienestar psicológico. Al mismo tiempo, cuando una persona se ríe de verdad, disminuyen sus niveles de cortisol que es una hormona conocida como la “hormona del estrés”. Si sonríes aun en los peores momentos, tu cerebro entenderá que estás feliz, por lo que adecuará todos sus procesos en relación a este estado de ánimo, logrando incrementar esa sensación de felicidad. 
-MÁRCATE OBJETIVOS PARA AUMENTAR LA MOTIVACIÓN. Diversas investigaciones han constatado que plantearse objetivos a largo plazo hace sentir que se está trabajando para lograr algo, pero también permite liberar dopamina, que es un neurotransmisor o mensajero químico, cuyas funciones entre otras son regular el sueño, la atención, la actividad motora y el humor. Se considera a la dopamina el centro del placer, ya que regula la motivación y el deseo y hace que repitamos conductas que nos proporcionan beneficios o placer, proceso que hará sentirte más aliviado/a, motivado/a y probablemente más feliz. 
-IMPLEMENTA HÁBITOS QUE TE AYUDEN A DORMIR BIEN. El sueño condiciona los estados de ánimo, por eso debes de conseguir un sueño reparador. Para ello duerme en un ambiente con poca luz, en un lugar que te resulte cómodo y ten alguna rutina que prepare al cerebro para dormir, como por ejemplo leer, reflexionar, escuchar música relajante, meditar, etc. Nunca lleves a la cama tus problemas. 
-ABRAZA MUCHO. Tenemos que sentir el amor y la aceptación de los demás. Una de las principales formas de liberar oxitocina (hormona responsable de comportamientos sociales, sentimentales, patrones sexuales y la conducta parental) es a través del tacto.
-LLEVA UNA VIDA SALUDABLE Y DISFRUTA DE LA NATURALEZA. Seguir una dieta sana y practicar deporte aumentan la serotonina (neurotransmisor clave para sentirnos con energía y buen ánimo) y las endorfinas. La serotonina interviene en la creación del sentimiento de satisfacción y mejora la capacidad para soportar la tensión diaria. También es bueno que mantengas contacto con la naturaleza. La naturaleza es más que beneficiosa física y psicológicamente para el ser humano porque reduce la fatiga mental, disminuye la irritabilidad, aumenta la autoestima, refuerza los pensamientos positivos, fortalece el sistema inmunitario. 
-EL ESTÓMAGO. El miedo, la emoción y el estrés se sienten en el estómago, incluso las conocidas “mariposas” relacionadas con el amor se notan en el vientre. Tu estómago también produce hormonas y neurotransmisores, incluso genera más dopamina y serotonina que el cerebro. «Cambiar la flora bacteriana intestinal predeterminada puede variar la conducta», afirma el doctor Fernando Carballo, presidente de la Sociedad Española de Patología Digestiva. Un cambio en la dieta para estimular los intestinos podría abrir campos muy interesantes para curar determinadas enfermedades neuronales, cree este experto. 
-HAZ EL AMOR SIEMPRE QUE PUEDAS. Hacer el amor libera una cantidad brutal de endorfinas y oxitocina, que sin duda harán a tu cerebro muy feliz. 
-NO TE QUEJES. La expresión constante de emociones adversas fortalece los circuitos cerebrales negativos de la amígdala.
-ARRÉGLATE CADA MAÑANA. Aunque no vayas a hacer nada especial, arréglate y siéntete guapa. Sentirse bien con una misma, aparte de dar seguridad, predispone positivamente tu cerebro. 
-MÍMATE. Dedica un tiempo cada día para hacer cosas que te gustan y así crearás más circuitos cerebrales de placer, alegría y felicidad. Como mínimo, tómate media hora al día y dedícatela a ti misma. 
-PRACTICA LA GRATITUD. La gratitud tiene la capacidad de modificar tu cerebro. Según el Centro de Investigación de Conciencia de la Atención Integral de la UCLA, (Mindfulness Awareness Research Center) expresar gratitud cambia literalmente la estructura molecular del cerebro, mantiene la materia gris funcionando y nos hace más saludables y felices. 
Si quieres saber más puedes mirar en este blog el artículo sobre Psicobiología.

Técnica de Liberación Emocional: el Tapping.
La técnica de Liberación emocional conocida como “Tapping” es como “una acupuntura para las emociones pero sin aguja”. Consiste en darse pequeños golpes con las yemas de los dedos (tap en inglés) en ciertos puntos del cuerpo que coinciden con puntos de inicio o final de meridianos de acupuntura. Con el Tapping se pueden eliminar problemas emocionales como estrés, depresión, fobias, insomnio, creencias limitantes o bloqueos, y también físicos, tanto dolores puntuales como enfermedades, ya que ayuda a equilibrar el sistema energético del cuerpo. ¿Cómo se hace Tapping? Muy sencillo, escoge el pensamiento que te bloquea por ejemplo “no tengo trabajo”, “nada me sale bien”, “me duele la cabeza” o cualquier otro. Mientras pronuncias el pensamiento en alto añádele “a pesar de ello me quiero” y al mismo tiempo golpea con las yemas de tu índice y corazón los siguientes puntos uno detrás de otro: 
-El punto superior de la cabeza que descubrirás colocando tus pulgares en tus oídos y juntando tus meñiques encima de tu cabeza. Es ahí, donde se tocan los meñiques, donde debes golpearte. Ese es el primer punto de tapping. 
-El segundo tapping es el extremo interior de la ceja. Cualquiera de las dos cejas es válida. 
-El tercer tapping es el lateral opuesto a la nariz del ojo. Entre el ojo y la orejas.
-El hueso que hay debajo del ojo, el pómulo. 
-Entre la nariz y el labio superior. 
-La depresión que hay entre la barbilla y el labio inferior. 
-La base del cuello. 
-Unos cuatro dedos por debajo de la axila. 
-En la parte interior de la muñeca. 
-El lateral de la mano, entre la base del dedo meñique y la muñeca. 
Golpea repetidamente estos puntos mientras repites el pensamiento limitante. Con ello consigues que la emoción que te produce ese pensamiento se vaya. Deberás repetir el golpeteo de los puntos hasta que te sientas bien, libre de la emoción negativa. Es un procedimiento muy sencillo, pruébalo porque funciona. Todo lo que te ayude a controlar tus emociones es válido, para que consigas que la química de tu cerebro cambie y las viejas emociones que te han impedido avanzar en tu vida no vuelvan a ti. 

Supera tu resentimiento
Si piensas que por sentir resentimiento hacia tu abusador va a hacer que se sienta mal, estás equivocado/a. Desear que la vida le devuelva el daño que te ha hecho, una enfermedad o incluso una muerte solitaria sólo provocará tu sufrimiento, siguiendo enganchado a él y a las emociones negativas que te inspira. Simplemente déjalo ir en tu mente, en paz, sin rencor. No estés más atado/a a él. Perdónalo, y avanza en tu vida. Dale incluso las gracias por convertirte en una mejor persona, liberada y feliz. Además dicen que la experiencia es un grado.

Empodérate
Nunca dejes de trabajar en ti. Tu mente debe ser siempre tu prioridad. No dejes que divague, controla tus pensamientos. El empoderamiento es el proceso de aumentar tu capacidad para que tomes decisiones y puedas transformar esas elecciones en acciones y resultados deseados. De ahora en adelante, tu valor te lo adjudicas tú. 

Reafírmate.
Reconoce tus debilidades, porque siendo consciente de ellas podrás mejorarlas y trabajarlas. Reconoce tus logros.

Relájate. 
Para ello céntrate en tu respiración. La respiración profunda, lenta y rítmica estimula la circulación sanguínea de todos los órganos internos para el bienestar general del organismo. Además ayuda a una reducción de los latidos del corazón y una relajación muscular, lo cual estimula la tranquilidad mental. La relajación te permite estar en control de tus pensamientos y emociones. Medita.

Eres libre para decidir qué y quién eres. Sigue estas normas para proteger tu Yo. No debes pensar que gustas menos por decir lo que opinas. Piensa que a mucha gente le gusta la sinceridad. Dite a ti mismo/a lo que estás dispuesto/a a aceptar y lo que no, y mantente firme en ello, sin miedo a herir los sentimientos de los demás. Tú estás por delante de los demás, eres tu prioridad. No busques la aprobación de los demás. Cuando decidas que quieres hacer algo, hazlo. Escucha a tu yo interior, nunca se equivoca. Los demás nunca van a poder decirte lo que tú necesitas a pesar de que sus intenciones sean buenas. Tu mejor amigo/a eres tú, escúchate siempre, cuídate. Establece límites en tu vida. No permitas lo que no quieres, lo que te hace sentir mal. Acuérdate que una emoción negativa puede ser el comienzo de una espiral negativa que puede devolverte al túnel de la oscuridad y a la enfermedad. Por favor no más negatividad en tu vida. Aprende a decir NO. Escucha música relajante y medita sobre lo que quieres y te gusta. Cuando sientas una emoción que no te gusta, camina para otro lado. Recuerda que tu cuerpo te avisa de que algo no está bien.

Para más información puedes dirigirte al blog de la autora
www.recuperaciondelabusonarcisista.com



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