domingo, 16 de junio de 2019

Mamá, quiero ser farmacéutico

Un titular de 2011 decía asi: "Investigadores encuentran cura para el cáncer, pero no es negocio para farmacéuticas y quizá nunca vea la luz". La noticia seguía diciendo: "Investigadores canadienses logran curar el cáncer usando dicloroacetato, sin embargo, esta sustancia no requiere patente, por lo cual no representa negocio para Big Pharma y podría ser bloqueada". 
Lo cierto es que no soy médico y no entiendo mucho del tema, por eso he querido saber más. Esta no es la única noticia de esta índole que he encontrado en Internet. Por ejemplo esta: "Una investigación interdisciplinar desvela que el factor rhG-CSF potencia una respuesta inmunológica innata efectiva para combatir el cáncer. El trabajo liderado por Antonio Bru, profesor de la Universidad Complutense de Madrid, se ha publicado en Scientific Reports". Pues bien, al ser matemático y no médico este profesor no recibió en su momento ninguna subvención para desarrollar su teoría que podía curar cualquier cáncer sin la tan temida quimioterapia. Pero no sólo él. El doctor colombiano Manuel Elkin Patarroyo diseñó una vacuna sintética, barata y eficaz para luchar contra la malaria. Las farmacéuticas quisieron comprarle la vacuna pero eliminaban lo de "barata" de su composición, así que el buen doctor vendió la vacuna a la OMS. Desde entonces el trabajo de Patarroyo ha sido cuestionado por grandes empresas y por sus colegas y la malaria sigue haciendo estragos sobretodo en los países más pobres. 
El cáncer es una enfermedad compleja pero noticias como éstas pueden encontrarse en Internet a cientos y automáticamente hay otra noticia que desmiente la primera. Lo cierto es que Internet es un mural de verdades y mentiras que a nosotros, los poco entendidos en la materia, nos vuelve locos. Pero cuando todo un Nobel de Medicina como Richard J. Roberts dice esto: "... las farmacéuticas a menudo no están tan interesadas en curarle a usted como en sacarle dinero, así que esa investigación, de repente, es desviada hacia el descubrimiento de medicinas que no curan del todo, sino que cronifican la enfermedad y le hacen experimentar una mejoría que desaparece cuando deja de tomar el medicamento", es que algo de real hay en esas conspiraciones que no nos creemos. También Chris Sandler, investigador del Instituto de Cáncer Dana-Farber, dijo en una entrevista que hay medicamentos baratos que pueden sustituir a los más caros, "...pero las grandes farmacéuticas se oponen. Han hecho grandes contribuciones para curar el cáncer, pero no están interesadas en hacer ensayos clínicos si no tienen la oportunidad de sacar un montón de dinero. Si una combinación contiene un medicamento barato, las grandes farmacéuticas no harán el ensayo porque no aumentará sus beneficios. Por eso tenemos que encontrar la forma de hacer ensayos clínicos alternativos, financiados con dinero público. Es un problema social y político, pero hay la oportunidad de aportar un enorme beneficio a los pacientes con cáncer si hacemos ensayos públicos, por ejemplo sobre tumores muy especializados que no les interesan a las grandes compañías". El problema viene cuando los gobiernos se endeudan con las grandes farmacéuticas y éstas amenazan con retirar del mercado sus medicamentos si aquel decide subvencionar ensayos más baratos contra el cáncer que beneficien a los más pobres. Sólo en España, algunas de las terapias más empleadas para tratar tumores alcanzan los 30.000, 40.000 y hasta 100.000 euros por paciente al año. Si a esto le sumamos los 228.482 casos diagnósticados en 2017 y la creencia de que llegarán a 315.000 en 2035, las farmacéuticas tienen bastante que perder si el cáncer se hace curable. Y no sólo eso. El sistema de propiedad intelectual deja en manos de las compañías farmacéuticas la fijación de precios de sus fármacos y gracias al actual sistema de patentes las farmacéuticas no están obligadas a declarar los costes de producción de sus medicamentos contra el cáncer. Por esto mismo las farmacéuticas pueden elevar o reducir el precio de los medicamentos dependiendo de la riqueza del país en cuestión y la de sus habitantes. Y encima las farmacéuticas no invierten en investigación. Por ejemplo el 50% de los ensayos clínicos del trastuzumab, medicamento para el cáncer de mama, se realizaron con presupuesto de universidades, centros de investigación o fundaciones sin ánimo de lucro. Hoy día es uno de los productos estrella de Roche y ha generado más de 60.000 millones en ventas desde su comercialización. En los casos del alemtuzumab (Sanofi) y bevacizumab (Roche), el 70% y el 50% respectivamente de los ensayos clínicos han sido financiados por universidades, centros de investigación o fundaciones sin ánimo de lucro. Es decir, tú investiga y yo me llevo el dinero. Por esto no extraña que las dos primeras empresas familiares más ricas del mundo sean dos farmacéuticas. En el primer puesto está Novartis. Novartis es uno de los fabricantes de medicamentos más grandes del mundo, creado en 1996 tras la fusión de Sandoz y Ciba-Geigy. Las ventas de la compañía con sede en Basilea ascendieron el pasado año a 51.900 millones de dólares (45.400 millones de euros), impulsada sobre todo por productos como Cosentyx, fármaco contra la psoriasis, o Entresto, para las dolencias cardíacas (que dobló sus cifras de 2017). No sólo eso, recientemente Novartis ha anunciado un nuevo medicamento: zolgensma. Este medicamento se trata de una terapia genética que resolvería la atrofia muscular espinal, un problema que afecta a unos 400 bebés al año sólo en los Estados Unidos. Precio del producto: ¡más de dos millones de dólares! Exactamente 2,12 millones por una terapia contra una enfermedad que atrofia la capacidad motriz de los bebés y que suele causar la muerte en dos años. Para los padres la vida de un hijo no tiene precio, para Novartis sí. Escandaloso. 
La segunda empresa familiar más rica es Roche. Fritz Hofmann-La Roche fundó una compañía de jarabes que a día de hoy desarrolla algunos de los "mejores" medicamentos contra el cáncer en el mundo. La compañía farmacéutica suiza obtuvo un beneficio neto de 10.865 millones de francos suizos (unos 9.500 millones de euros) en 2018, un 23% más que en 2017. 
Sanofi es otra de las grandes. La compañía farmacéutica francesa ha anunciado que sus beneficios en 2018 fueron de 6.819 millones de euros. Su fármaco estrella, Libtayo, está dedicado al cáncer de piel y su Cemiplimab pertenece a una clase de fármacos denominados inhibidores de puntos de control inmunitario que fortalecen la respuesta inmunitaria del cuerpo ante los tumores. Y aún hay más. No nos podemos dejar a los dos grandes: Bayer y Pfizer. Pfizer, el gigante estadounidense padre de la Viagra, tuvo unos beneficios de 11.153 millones de dólares en 2018, y eso que el famoso potenciador viril ha sido casi eliminado del mercado por las marcas blancas. Por último, el grupo químico y farmacéutico alemán Bayer bajó en 2018 el beneficio neto un 76,9%, hasta 1.695 millones de euros, por los costes de la adquisición de Monsanto, el gigante de los pesticidas, por unos 58.000 millones de euros. Con estas cifras no nos extraña nada que estas empresas paguen hasta 100.000 euros a médicos que receten sus medicamentos. Como pueden ver en la web Civio.es, el negocio de la enfermedad de unos da para que otros puedan vivir muy bien. 
Pero volvamos a lo que decía el premio Nobel de Medicina cuando comentaba que los medicamentos usados por estas grandes compañías eternizan los tratamientos sin llegar a curarlo del todo. Se supone que la palabra que debe seguir a medicamento es cura, ¿verdad? Pues vean estos ejemplos de propiedades de medicamentos extraídos de la Red y de sus prospecto. 
"La FDA da el visto bueno a Larotrectinib, para tratar tumores. Este medicamento de Bayer se utiliza para tratar y controlar el sangrado en adultos y adolescentes (a partir de 12 años) previamente tratados. El tratamiento puede reducir el número de episodios de sangrado en los pacientes cuando su uso es regular". 
El Revlimid "inhibe el crecimiento y la proliferación de las células tumorales…. dificulta la formación de nuevos vasos sanguíneos y actúa sobre los mecanismos de respuesta inmune… Se han realizado varios ensayos clínicos con este medicamento en los que se ha comprobado que disminuye la progresión del mieloma múltiple y alarga las expectativas de vida. En uno de los estudios se comprobó que la supervivencia de los pacientes tratados fue del 82 % durante el tiempo del ensayo y solo del 75 % en el grupo control". 
"Herceptin se une a los receptores de HER2 para evitar que las células se multipliquen, de manera que el cáncer no continúe aumentando y su evolución disminuya. También puede actuar mediante la estimulación de un mecanismo inmunitario".
"Avastin actúa al afectar el proceso de angiogénesis, está dirigido e inhibe el factor de crecimiento endotelial vascular (FCEV) humano". 
"Nivolumab es un anticuerpo monoclonal humano que bloquea la interacción entre el PD-1 y sus ligandos, PD-L1 y PD-L2. Al unir estos ligandos al receptor de PD-1 que hay en las células T, inhibe la proliferación de células T y la producción de citoquiinas". 
Y podría seguir. En ningún prospecto de estos medicamentos contra el cáncer se halla la palabra "destruye", "cura" o "vence". Yo, insisto, no entiendo de medicina pero sí sé leer. Los medicamentos actuales no curan, evitan que el enfermo muera, pero ninguno cura. 
Según la Organización Mundial de la Salud, el cáncer es una de las primeras causas de mortandad en el mundo. En 2012 murieron por cáncer 8,2 millones de personas. Los cánceres que causan un mayor número anual de muertes son los de pulmón, hígado, estómago, colon y mama. Es curioso como el tabaco y el alcohol siguen siendo legales en casi todo el mundo, supongo que otro negocio rentable. Aproximadamente un 30% de las muertes por cáncer se deben a cinco factores de riesgo comportamentales y alimentarios: obesidad, alimentación rica en grasas, sedentarismo, y los comentados anteriormente (tabaco y alcohol). Es decir, todas estas causas podrían desaparecer si al ser humano se le educarse desde pequeño a una vida sana. Al contrario, las empresas de comida basura, la televisión y las tabacaleras tienen demasiado poder en las altas esferas como para ser prohibidas. Las infecciones que pueden provocar cáncer, como las causadas por los virus de las hepatitis B y C y el del papiloma humano, son responsables del 20% de las muertes por cáncer en los países subdesarrollados y del 7% en los países ricos. También el cáncer puede ser hereditario. Se prevé que los casos de cáncer aumentarán de 14 millones anuales en 2012 a 22 millones anuales en el 2030. Demasiado dinero para desperdiciarlo, ¿no creen? Las farmacéuticas también piensan lo mismo, y prefieren el color verde del dólar a la ética que en su día les enseñaron en la universidad. Visto esto, sinceramente, lo mejor que puede pasarle a la humanidad es que se extinga, a ver si los siguientes pobladores de La Tierra son más inteligentes y bondadosos que nosotros. El diablo no ahoga, pero aprieta muchísimo, sobretodo a los más débiles.

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